Hasta el comedor de la bancada de diputados UDI en el Congreso llegó ayer la senadora y presidenta del partido, Jacqueline van Rysselberghe, para participar del almuerzo de los legisladores.
Su concurrencia fue para explicar las comunicaciones que sostuvo, en 2014, con el entonces presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros del Biobío (Asipes), Luis Felipe Moncada, mientras ella presidía la Comisión de Pesca y en medio de la tramitación de una nueva normativa para la extracción del jurel.
En la cita, la senadora desestimó cualquier tipo de irregularidad, reiterando lo señalado minutos antes frente a los medios de comunicación. Según cuentan los asistentes, la presidenta de la UDI dijo estar confiada en que el caso no tendría mayores repercusiones. Esto, considerando que -según dijo- no ha recibido aportes de carácter irregular desde las pesqueras.
Uno de los temas que fueron abordados por la bancada gremialista, en presencia de la senadora, fue la necesidad de evitar el "fuego amigo", es decir, desechar la idea de realizar cuestionamientos hacia Van Rysselberghe. Esto, en gran medida tomando como ejemplo lo ocurrido en 2015, cuando el diputado Ernesto Silva tuvo que renunciar a la presidencia del partido luego de que se revelaran sus nexos con el caso Penta, hecho que despertó duras críticas desde el interior de la colectividad.
Justamente, dicen en la UDI, fue el propio Silva quien realizó el llamado a blindar a la timonel, emplazamiento que fue acogido por todos los sectores del partido.
Sin embargo, en privado, uno de los cuestionamientos que realizan en la colectividad es que si bien concuerdan con la versión de la senadora, en el sentido de que no habría nada irregular desde el punto de vista legal, se echó de menos que la parlamentaria realizara una autocrítica.
Uno de los que monitorearon el tema, a fin de descartar nuevos flancos para la parlamentaria, fue su secretario general, Pablo Terrazas. La percepción de la directiva de que no habría nada irregular motivó a que la senadora saliera rápidamente a explicar los hechos. Con esto, se descartó la idea de una defensa en bloque de los demás parlamentarios.
Según lo dado a conocer ayer por Ciper, la parlamentaria intercambió diferentes correos electrónicos con Moncada, en los cuales se incluye la percepción del empresario pesquero frente a las pretensiones del Ejecutivo, incluyendo indicaciones al proyecto de ley. Todo, con el fin de que la senadora las ingresara al Congreso para su discusión.
"Coca: el proyecto de pesca con línea de mano de jurel para los artesanales, fuera de la cuota global anual, será aprobado en la sala de la Cámara de Diputados y luego irá al Senado. Este tiene los inconvenientes que se indican abajo", dice uno de los correos de Moncada, mientras que otra de las comunicaciones indica: "Hay que incluir las capturas con línea de mano dentro de la cuota global de jurel del sector artesanal. Hay que presentar una indicación".
"Aparentemente están incorporadas todas las indicaciones que nos importaban. De todas maneras pedí aumento de plazo de indicaciones hasta el 15. ¿Crees que es necesario presentar, además, la indicación que me mandaste?", le señaló -posteriormente- la senadora al empresario, mientras que éste replicó: "Sugiero presentar todas las indicaciones que te envié y luego las negocias. Te remitiré esta noche un ordenamiento de cada una, esto es, qué representan y por qué se presentan en cada caso".
De acuerdo al reportaje de Ciper, además, en 2013 la pesquera Camanchaca habría hecho un aporte de $ 5 millones para la campaña senatorial de Van Rysselberghe.
Durante la jornada, antes de reunirse con los diputados UDI, Van Rysselberghe dijo en el Congreso que no recibió aportes irregulares y que "fueron tres indicaciones, y fueron aprobadas por la unanimidad de la comisión, de manera que todo el resto no pasa de ser interpretación de una correspondencia que efectivamente existió, pero que no influyó en la labor legislativa, porque de otra manera no se habría aprobado por el Ejecutivo". Y agregó: "Yo sociabilizo las indicaciones con mucha gente, incluyendo los pescadores artesanales (…). Siempre en mi vida escucho recomendaciones de todos los sectores. En ese tiempo no existía Ley de Lobby, hoy está regulado".
Respecto de su relación con Moncada, en tanto, Van Rysselberghe dijo que "él es una persona que conozco de toda la vida y que es, además, militante de la UDI. El que me envíen o me dejen de enviar correos, no significa que yo tenga que actuar de acuerdo a él". Otro de los que salieron a comentar los hechos fue el presidente de la Comisión de Etica del Senado y otrora jefe de la UDI, Hernán Larraín. "Las informaciones, según como aparecen, dan sensaciones térmicas. Lo que importa es la verdad. No hay que anticiparse ni mucho menos hacer juicios. Las explicaciones que ella dio me parecen bastante claras y honestas", señaló.