Un equipo en renovación como el de Francia necesitaba más que nunca de sus jugadores consolidados en los mejores equipos de Europa. Lamentablemente, a excepción de Paul Pogba, los llamados en marcar la diferencia no aparecieron ante Alemania.
En ese sentido, Raphael Varane y Karim Benzema, los futbolistas de Real Madrid, no estuvieron a la altura. El primero, fallando en el único gol del partido. El otro, sólo luciendo a ratos su calidad, desapareciendo por largos minutos, y mostrándose irresoluto en las pocas chances que tuvo.
Varane se dejó anticipar por Mats Hummels en plena área. Pecó de inocente, se dejó bracear por el alemán y cuando quiso reaccionar, ya había perdido la posición. Gol de Alemania y todas las miradas hacia el zaguero galo, cuyo juego aéreo es precisamente una de sus mayores virtudes.
Benzema, quien ayer jugó como único delantero nominal, rodeado por Valbuena y Griezmann, nunca logró marcar diferencias en el área rival. Y cuando fue bien asistido, pareció indolente, como en un centro de Griezmann en el primer tiempo, que quiso firmar con un cabezazo tibio, Ahí la jugada marcaba una mayor decisión del ariete, justamente lo que no tuvo por largos pasajes del encuentro en el Maracaná.
Francia quiso reaccionar en el segundo tiempo. Deschamps movió las piezas para que el delantero de Real Madrid tuviera más compañía. Pero no sería suficiente. La torres alemanas ya le habían tomado la mano a Benzema, que siempre recargándose hacia la izquierda, quedaba desperfilado a la hora de sacar el remate.
La última jugada del partido reflejó esta situación. Benzema se abre camino sobre la franja de Lahm y cuando queda cara a cara ante Neuer, sacó un remate de zurda que le salió muy recto. Claro, sin el perfil ideal debió improvisar. Como sucedió con Francia en casi todo el partido. Dos blancos resumen una derrota.