Valencia consiguió una clasificación de ensueño al remontar un 3-0 en contra ante el Basilea de Suiza. El cuadro hispano dio vuelta un resultado que parecía imposible y se instaló en semifinales gracias a la gran actuación de Eduardo Vargas, solo opacada por la aún mejor noche del español Paco Alcácer. Marcelo Díaz lamentó la derrota por 5-0 y terminó expulsado.
El café cargado en el camarín valenciano no duró los quince minutos de un entretiempo, sino una completa semana. La pobre actuación ofrecida hace una semana obligaba a una verdadera hazaña para llegar a las semifinales del torneo. Y aunque el 3-0 parecía demasiado abultado, Juan Antonio Pizzi apostó por redoblar los esfuerzos e ilusionar a sus pupilos con una remontada.
El cuadro "Ché" imponía su ritmo al partido, presionando arriba con la intención de instalarse en campo contrario y encontrar rápido la apertura de la cuenta. Al frente, Basilea solo esperaba: Con solidez, evitaba los dolores de cabeza y aprovechaba la buena técnica de sus intérpretes para intentar en la contra.
Eso sí, la resistencia helvética tendría fecha de caducidad y sería en el minuto 38. Marcelo Díaz, que ingresó como titular en la visita, malogró un cambio de frente, y el balón terminó bajo control en los pies de Joao Pereira. El portugués levantó la cabeza y sacó una habilitación perfecta para Paco Alcácer, que no perdonó en la entrada del área chica.
El gol antes del descanso era importante para subir la intensidad al partido con la precaución en aumento de los rojiazules. Pero mejor aún: Eduardo Vargas -también titular- estiró las cifras con un cabezazo en un corner en los 42'. Apenas un minuto antes, el ex azul lamentaba una pelota que le sacaban de la línea, pero su celebración de todas formas iba a llegar.
El exceso de confianza le costó demasiado caro a la visita, que parecía no contar con un libreto preparado en caso de que el oponente comenzará a ajustar demasiado las cifras, tal como estaba sucediendo. Los españoles salían a enfrentar la segunda mitad con la misma intensidad y obligaban a los suizos a retrasarse peligrosamente sobre su arco.
Y Vargas volvería a protagonizar una jugada de peligro que terminaría con la explosión total en Mestalla. Un balón largo fue amortiguado en el área por el chileno, y la pelota quedaría servida para Paco Alcácer, el goleador de la noche, que reventaría el arco para sellar un doblete que reiniciaba por fin el marcador global. El resultado obligaba al primer alargue de la presente edición del torneo europeo.
Alargue con más historias
Si de chilenos se trataba, la ida fue para Marcelo Díaz. El volante fue clave para ordenar a su equipo, controlar la tenencia y manejar el ritmo del partido. Terminó siendo uno de los más destacados del encuentro y fue importante para mantener el resultado que se firmó en Suiza.
Hoy, el panorama fue distinto. Vargas era protagonista, mientras "Carepato" prácticamente no estuvo en los 90 minutos y solo destacó con un tiro de distancia muy cerca del primer palo. Volvería a aparecer en el alargue, pero no por las mejores razones: Una patada descalificadora lo sacó del partido, pues vería la tarjeta roja del árbitro en el minuto 103'. Dos minutos después, el argentino Gastón Sauro también se iba a las duchas, y Basilea se quedaba con nueve hombres.
Hubo lesionados, expulsados, chilenos en cancha y muchos goles, pero la noche definitivamente sería del español Paco Alcácer. El artillero, acompañante de Vargas en el ataque, anotaría a los 116' el cuarto gol de la noche que sellaba la clasificación a semifinales. Bernat se uniría a la fiesta con el 5-0 que cerró una jornada histórica para el club valenciano.