El escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Cervantes 1994, reveló hoy que en sus comienzos "nunca" pensó que encontraría un editor para sus obras y supuso que tendría que pagar por su publicación, "como el resto de escritores peruanos" de su época.

"Ni siquiera me atrevía a desearlo, era algo absolutamente alejado de la realidad para un escritor de mi país", explicó el autor de La tía Julia y el escribidor.

El novelista peruano repasó su trayectoria literaria y personal en su conferencia en la Universidad de la ciudad española de Granada, institución que mañana le investirá doctor honoris causa.

En este escenario destacó su estancia de dos años en el colegio militar Leoncio Prado, y aseguró que en este lugar descubrió "la verdad" de su país: "la violencia, los perjuicios, los rencores y el racismo que distanciaban tanto a los peruanos entre sí".

"Mi padre hizo que entrara en el colegio militar porque veía una vocación literaria en mí y pensaba que los militares podían curarme de esa enfermedad, y lo que hizo fue darme el tema de mi primera novela, La ciudad y los perros", ironizó.

Vargas Llosa, también reconocido con el Príncipe de Asturias de las Letras y el Planeta, entre otros galardones, cree que "la vocación debe convertirse en un premio en sí mismo para un escritor que realmente ama la literatura, que quiere escribir no para tener éxito, sino para vivir de acuerdo a su anhelo más profundo".