Fue un 17 de febrero de 2009 cuando Universidad de Concepción enfrentó a Deportes Ovalle en la final de la Copa Chile 2008. La primera definición importante para el Campanil, ante un equipo que desde Tercera División se instaló en la última batalla, dándose incluso el lujo de dejar a Colo Colo en el camino.
Ese día saltaron a la cancha en la oncena penquista Gabriel Vargas y Felipe Muñoz. Diego Díaz miró desde el banco los 90 minutos. La historia comenzó sorprendentemente en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, colmado por la hinchada ovallina. En cinco minutos la escuadra del Limarí abrió el marcador, con tanto de Gonzalo Soto.
"Todo el estadio era ovallino, nosotros teníamos poca gente apoyando en el estadio, ellos casi lo llenaron y encima partimos sufriendo con el primer gol que nos marcaron", recuerda Díaz.
Los penquistas rápidamente se levantaron con el empate de Gabriel Vargas. "Las finales que he jugado con la U de Conce siempre he convertido. Esa vez me tocó anotar el empate, tras un pase increíble de Lorenzetti que después nos impulsó a ganar el partido", rememora el Arcángel.
Fue en el minuto 51 que Fernando Solís alcanzó a desviar un centro de Mauricio Aros, para sentenciar el 2-1 que finalmente le entregó el primer trofeo profesional a esta institución nacida el 8 de agosto de 1994. "Ese día quedamos en la historia del club, porque se logró algo inédito, algo que no teníamos. Ahora viene la cuarta final que jugaría con la U de Conce y sería lindo volver a festejar con el equipo que me identifica como jugador", cuenta Muñoz.
Por otra gloria
Han pasado 2.230 días desde esa final que recuerdan los únicos tres sobrevivientes de aquel plantel de Jorge Pellicer y que ahora apuestan a ganar un nuevo trofeo con Ronald Fuentes, quien llegó para reemplazar a Pablo Sánchez en la banca.
La historia actual comenzó el pasado 17 de mayo. con un triunfo 3-1 sobre Rangers en la fase grupal. En semifinales quedó en el camino Unión Española, coincidentemente el mismo rival que dejaron atrás en la versión donde se quedaron con la corona.
"Cuando comenzamos este campeonato teníamos bastante claro que debía ser importante para nosotros. Con el trabajo de todos se nos dio la posibilidad de llegar a la final y ojalá no la desaprovechemos", expresó Vargas.
El atacante, quien ha levantado cinco trofeos en su carrera (), confiesa que la definición de hoy ante Palestino "es el partido del año, porque podemos sumar otro título y un cupo en la Sudamericana".
Ese es el otro premio. El cuadro que levante el trofeo se asegurará un lugar en el torneo internacional del segundo semestre. "Hemos hablado con mis compañeros y sólo pensamos en levantar la copa. Por nosotros, nuestras familias, la gente del club y por esa oportunidad de soñar con cosas grandes como la Copa Sudamericana", revela el Pescado Díaz.
Uno de sus compañeros también explicita ese mismo anhelo. "Teníamos ansias en que llegue el día de la final. Uno siempre piensa en poder quedarse con una corona y ahora tenemos esa gran oportunidad ante un muy buen rival, como es Palestino", reflexiona Muñoz.
Y ese momento es hoy. Al frente, los árabes, quienes intentarán instalar en sus vitrinas la tercera Copa Chile. En el Campanil, aseguran que dirán otra cosa. "Tengo la mayor de las convicciones de que seremos los campeones. Si todo resulta bien, haremos historia en este club", concluye con optimismo Díaz, quien pretende repetir los festejos de aquella memorable noche del 17 de febrero.