En octubre del año pasado, en el Vaticano se selló el capítulo clave del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, que llevó al anuncio del 17 de diciembre sobre el pronto restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países tras más de 50 años de tensiones bilaterales. Y el Papa Francisco jugó un papel decisivo en ese proceso. Envío una carta tanto a Barack Obama como al Presidente cubano Raúl Castro y coronó con éxito 18 meses de negociaciones secretas llevadas a cabo principalmente en Canadá. La intervención del Pontífice en este caso fue el último ejemplo de la activa participación que ha tenido el sucesor de Benedicto XVI en política internacional.

En sus dos años como máximo líder de la Iglesia Católica ha buscado mediar, entre otros, en el conflicto palestino-israelí con una histórica reunión en el Vaticano de los presidentes de Israel, Shimon Peres y de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, en junio de 2014, y favoreció, a comienzos del año pasado, el diálogo para superar la crisis venezolana. Y el objetivo sería mantener ese papel durante todo su pontificado, a la luz de las palabras del Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, durante una clase magistral dada el miércoles pasado en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Mediación papal

En la conferencia en la que analizó el rol de la diplomacia vaticana, recordó la mediación llevada a cabo por el Papa Juan Pablo II entre Chile y Argentina por el canal Beagle y propuso la creación de una oficina permanente de mediación pontificia en la Secretaría de Estado.

“En los años 80 del siglo pasado”, recordó Parolin, “se ubicó una oportuna oficina de mediación. (…) Se trataba de desarrollar los contenidos jurídico-políticos para poner fin a la disputa territorial entre Chile y Argentina sobre el Canal del Beagle (…) El objetivo se alcanzó el 29 de noviembre de 1984”, señaló el cardenal.

A continuación, el Secretario de Estado agregó que como parte de la función diplomática del Vaticano “se impone agregar a estas reflexiones la propuesta de que en la obra de reforma iniciada por el Papa encuentre espacio en la Secretaría de Estado una ‘Oficina para la mediación pontificia’ que pueda hacer de enlace a todo lo que en el terreno ya desarrolla la diplomacia de la Santa Sede”.

La iniciativa de institucionalizar la labor mediadora del Vaticano anticipa una acción más activa del Papa en otras crisis internacionales. La visita del propio Parolin a Bielorrusia para abordar en otros temas el caso ucraniano es una señal de ello. “Estamos siguiendo muy de cerca la situación”, dijo en una entrevista al diario italiano La Stampa.

Además, según aseguró el diario El País, el presidente de EEUU, Barack Obama, le pidió al Papa Francisco mediar en varios asuntos, además del tema cubano, como en el cierre de la prisión de Guantánamo y en la reforma migratoria, a la que se oponen los republicanos.

Para el Pontífice la violencia en México es castigo del diablo

El Papa Francisco aseguró que los conflictos y la violencia que golpean a México son un castigo del diablo debido a su histórica devoción católica, pero que la solución a esta problemática exige a todos los mexicanos “poner el hombro”. Así lo afirmó el Pontífice en una entrevista con la cadena mexicana Televisa. “A México el diablo lo castiga con mucha bronca” debido a su histórica devoción a la Virgen de Guadalupe, afirmó.

Jorge Mario Bergoglio, el cardenal argentino que se convirtió hace dos años en el primer Papa latinoamericano, afirmó que “a veces me he sentido usado por la política” argentina. “Claro, los argentinos, cuando vieron un Papa argentino, se olvidaron de todos los que estaban a favor o en contra del Papa argentino”, sostuvo.

Sobre su papado, Francisco dijo: “Tengo la sensación de que mi pontificado será breve.... Cuatro o cinco años, no lo sé, o dos o tres. Bueno, ya han pasado dos”.

Destacó que lo que más echaba de menos era poder salir a comer pizza.