El Vaticano instruyó hoy a sus obispos sobre cómo proceder en el caso de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes. Entre otras, deben dar prioridad a las necesidades de las víctimas e informar a las autoridades civiles.
Las recomendaciones se recogen en una circular enviada a los obispos de todo el mundo en los últimos días por la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), la principal autoridad eclesiástica sobre cuestiones de disciplina moral, informó el Vaticano.
Las conferencias episcopales de todos los países con representación católica deben, antes de mayo de 2012, reunir una serie de directrices sobre cómo implementarán las normas más estrictas para combatir el abuso sexual adoptadas por el Vaticano en junio pasado.
Las normas se aprobaron tras el aumento de las denuncias de abusos a menores por sacerdotes y otros clérigos en instituciones en Estados Unidos, Irlanda, Brasil y Alemania, entre otros países.
Contemplaban un proceso acelerado de expulsión de la Iglesia de los sacerdotes abusadores, la apertura de la participación en los tribunales eclesiásticos que procesen casos de abuso sexual a no sacerdotes y la consideración de "crimen grave" la posesión de pornografía infantil, entre otras medidas.
Las normas fueron criticadas por algunos grupos representantes de las víctimas, ya que permiten a los abusadores continuar operando en el seno de la Iglesia.
En la circular de hoy, la CDF asegura que pide a los obispos una atención especial a los programas de prevención "para crear un entorno totalmente seguro para los niños". Además, urge a los obispos a que escuchen a las víctimas y sus familias y muestren "compromiso a asistirlos espiritual y psicológicamente".
Además, los obispos estarán obligados a notificar a las autoridades civiles los casos que conozcan y podrán excluir a los supuestos abusadores del ejercicio de su profesión en el caso de que ello suponga un peligro para los menores o un escándalo para la comunidad, añade la circular.
Este fin de semana se conocieron más casos de abusos en Italia. El domingo, el cardenal Angelo Barnasco informó que el pastor de un barrio de Génova fue encarcelado en el marco de una investigación por pedofilia y por dar drogas a un menor y suspendido de sus labores clericales.