El Vaticano condenó hoy la designación de un obispo católico chino sin su aprobación, horas después de que una fuente indicara que uno de los obispos ordenados recientemente por Roma había sido detenido en un seminario en China.
En una medida que probablemente afectará las ya tensas relaciones con Beijing, el Vaticano dijo que se negaba a reconocer la ordenación del reverendo Joseph Yue Fusheng el 6 de julio en Harbin, quejándose porque su nombramiento por parte de la iglesia controlada por Beijing no había sido bendecido por el Papa y, por ende, carecía de oficialidad.
"Todos los católicos en China, pastores, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos, son instados a defender y salvaguardar lo concerniente a la doctrina y tradición de la iglesia", dijo el Vaticano en un comunicado.
Calificando el acto de ilícito, agregó que esos nombramientos no sancionados "causan división y provocan sufrimiento para las comunidades católicas en China y la iglesia universal".
Cualquier obispo que haya participado en el ordenamiento tendrá que dar explicaciones, agregó.
El comunicado llega tras la escalada de una larga disputa por el estatus de la iglesia en China, respaldada por el Estado, que rechaza el control del Papa. Asimismo, la disputa sucede en momentos en que Beijing y el Vaticano discuten por otra ordenación, esta vez de alguien que recibió la bendición del Papa, el sábado en Shanghai.
Una fuente cercana al Vaticano dijo hoy a la agencia Reuters que el clérigo en el centro de esa disputa, Thaddeus Ma Daqin, había sido retirado por funcionarios y detenido en su seminario.
Los católicos chinos suman entre 8 y 12 millones y están divididos entre una iglesia apoyada por el Estado que ha designado obispos sin la aprobación del Vaticano y una iglesia clandestina cautelosa de ser asociada con la iglesia dirigida por el Partido Comunista.