Veinte combatientes kurdo-iraquíes murieron en una operación lanzada este domingo para arrebatar al grupo yihadista Estado Islámico (EI) sectores próximos a la frontera iraní, al noreste de Bagdad, anunció un comandante de las fuerzas kurdas.
"El número de peshmergas (combatientes kurdos) muertos asciende a 20 y más de 40 resultaron heridos" en los combates contra el EI y por las bombas a la entrada y en el interior de la ciudad de Jalawla y en Sadiyah, declaró a la AFP por teléfono Mahmud Singawi.
Durante este operativo, apoyado por milicias chiitas y combatientes kurdos, el ejército iraquí logró retomar sectores próximos a la frontera iraní.
"El ejército, la policía y los combatientes atacaron las zonas de Jalawla y Sadiyah por el sur y el oeste, mientras que las fuerzas peshmergas lo hicieron desde el norte y el este de Sadiyah", indicó el general Abdulamir al Zaidi.
Estos dos sectores, situados en la provincia de Dilaya, son estratégicos por su proximidad a la región autónoma del Kurdistán iraquí y de la frontera con Irán.
La operación del domingo tiene lugar menos de 10 días después de la toma de la estratégica ciudad de Baiji (al norte de Bagdad) por parte de las fuerzas gubernamentales, quienes también rompieron el asedio de los yihadistas a la principal refinería del país. Las fuerzas de seguridad también retomaron la región de Jurf al Sajr, al sur de Bagdad.
Pese a estos avances, el EI controla aún amplios territorios en Irak y en Siria, entre ellos las ciudades iraquíes de Mosul, Tikrit y Faluya