Hugo Chávez ha dicho que la relación entre Venezuela y China tiene "la solidez de la Gran Muralla". Pero, ¿qué beneficios le ha reportado esta alianza al país? Analistas consultados por BBC Mundo advierten de riesgos por el tipo de relación que llevan adelante.
El vínculo es cada vez más estrecho. Prueba de ello no son sólo los seis viajes del presidente venezolano a territorio asiático, sino también los acuerdos bilaterales -más de 300- y los proyectos conjuntos que llevan adelante, más de 100.
La alianza ha generado US$28.000 millones en préstamos y US$16.000 millones en compromisos de inversiones.
Con Chávez en el poder, el intercambio comercial se incrementó de US$200 millones en 1998 a US$10.000 millones en 2009.
SED PETROLERA
La sed china por el petróleo está a la cabeza del interés de Pekín por Venezuela. Y no es nuevo. Ya en 1998 la Corporación Nacional de Petróleo de China compró dos campos petroleros en el país latinoamericano.
Hoy día Venezuela exporta al gigante asiático unos 460.000 barriles de petróleo cada día, cuando seis años atrás la cifra no llegaba a los 40.000.
Todo en aras de romper la dependencia que tiene Caracas con el crudo que le vende a Estados Unidos. Las ventas petroleras a aquel país alcanzaron el año pasado su nivel más bajo en dos décadas, aunque aún representan el doble de lo que se coloca en China.
El petróleo le ha servido a Venezuela también para recibir préstamos chinos a cambio de futuras entregas de crudo.
Por ejemplo, el préstamo acordado un año atrás por US$20.000 millones será devuelto en 10 años con envíos de petróleo.
"GANAR-GANAR"
Pero más allá de las cifras, para Evan Ellis, experto del Centro de Estudios Hemisféricos de la Defensa (CHDS, por sus siglas en inglés) con sede en Washington, la relación "es complementaria, pero diferente. En el caso de Venezuela le sirve como una fuente alternativa de capital, de tecnología que necesita y le sirve también para mostrar progresos".
Ellis, autor del libro China in Latin America: The Whats and Wherefores ("China en América Latina: los qué y los porqués"), le dijo a BBC Mundo que China busca un "acceso confiable a materias primas: petróleo, minerales, alimentos; importantes oportunidades de mercado y beneficios comerciales".
Saúl Ortega, presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional venezolana, destaca que la "relación entre China y Venezuela es ganar-ganar".
"Ha sido calificada por ambos países como estratégica. China es la segunda economía del mundo. Eso te dice la importancia desde el punto de vista comercial (…). Esta relación privilegiada la querrían tener varios países", aseguró.
Sin embargo, para Rafael Alfonzo, presidente del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice), el vínculo es "poco ventajoso para Venezuela y muy ventajoso para China. Venezuela está tomando préstamos en condiciones muy desfavorables para el país".
Ortega rechaza que esta relación implique riesgos para la economía venezolana: "Ahora Venezuela es soberana. Se relaciona con todos. No hay ninguna dependencia. Hemos diversificado nuestros mercados así que no veo problemas".
El diputado destaca la variedad de áreas en las que Venezuela y China trabajan en conjunto: "se realizaron acuerdos de cooperación agrícola, en ferrocarriles, electrónica, material militar, transferencia de tecnología, fábricas de celulares, barcos petroleros… Es una alianza de verdad estratégica, con contenido".
CELULARES Y AVIONES DE ATAQUE
Como dice Ortega, la relación va más allá del petróleo.
El fin de semana pasado, por ejemplo, ambos países crearon una compañía mixta para producir alimentos.
Televisores, neveras y aires acondicionados de la firma china Haier llegaron al país para ser vendidos a la mitad de precio que productos similares en otros establecimientos, anunció Chávez a fines del mes pasado.
Por otra parte, las compañías de telecomunicaciones Huawei y ZTE realizaron acuerdos para fabricar teléfonos celulares en el país.
En el área militar, Venezuela se comprometió a comprar 18 aviones de ataque ligero K-8 y adquirió radares de defensa aérea de fabricación china, algo fundamental para Pekín en su intento de incursionar en este ámbito en el mercado latinoamericano.
China también construye en Venezuela vías férreas y líneas de fibra óptica.
Pero para Alfonzo estos proyectos no repercuten en mejoras para el país.
¿DEPENDENCIA EXCESIVA?
"No hay ningún beneficio para el empresario privado venezolano. No se está generando valor. Te estás entregando. La dependencia es muy fuerte y el proceso económico se va a ver debilitado por el endeudamiento", le dijo a BBC Mundo.
En opinión de Ellis lo que Pekín le aporta al país es la posibilidad de "mantener un flujo de fondos que el gobierno usa para sus programas sociales, provee fondos para inversiones petroleras y así aumenta la capacidad de venderle más petróleo, ofrece conocimiento técnico en materia petrolera y la construcción de fábricas".
En definitiva, dice Ellis, "China ayuda a mantener la viabilidad del régimen de Chávez. La dependencia ahora es modesta, pero está creciendo de forma importante. Las inversiones no se destinan a proyectos sostenibles. La financiación china no parece crear capacidad productiva en Venezuela que se podría usar para pagar la deuda".
Y agrega: "En el corto plazo Chávez se ha beneficiado de la relación con China mucho más que el propio Estado venezolano".