La rectora electoral nacional de Venezuela, Tibisay Lucena, anunció hoy que su país aceptará la presencia de observadores chilenos para las próximas elecciones legislativas, que se realizarán en septiembre, pero confirmó el veto a los senadores cuya intención era viajar a ese país para cumplir con ese rol.
"Nuestra prioridad es invitar a nuestros colegas del hemisferio y Chile está en el hemisferio", dijo Lucena a los periodistas, al confirmar que autoridades chilenas estarán incluidas entre las 150 que serán invitadas formalmente, pero descartó la presencia de senadores "que se autoinvitaron y que han sido vetados".
En esa línea, la titular del Consejo Nacional Electoral (CNE) -que en Venezuela es un poder más del Estado- afirmó que "nunca ha estado descartado que vengan chilenos" a cumplir funciones de observadores, pero que éstos serán funcionarios de la entidad electoral de Chile.
Lucena afirmó que en el pasado "hemos ido a Chile a compartir con nuestros colegas de los avances que ellos tienen", principalmente "en materia de registro civil", y a la vez "nosotros hemos dado nuestro aporte en el avance que hemos tenido en garantías, pulcritud, limpieza y eficacia del sistema electoral venezolano".
El conflicto entre Venezuela y el Senado chileno se produjo cuando hace dos semanas los parlamentarios pidieron a organismos internacionales adoptar "una actitud más vigilante con el cumplimiento de normas básicas por parte del gobierno venezolano que aseguren la integridad y la transparencia electoral" en los comicios que renovarán la Asamblea Nacional, el poder venezolano equivalente al Congreso.
Además, los senadores Patricio Walker (DC), Juan Antonio Coloma (UDI), Fulvio Rossi (PS) y Andrés Allamand (RN) manifestaron su interés en viajar en calidad de observadores, luego de que la Cámara Alta aprobara enviar una misión con ese objetivo.
Esto generó el rechazo unánime de los poderes Electoral, Legislativo y Ejecutivo venezolanos, y el gobierno del presidente Hugo Chávez instó al Senado chileno a "esforzarse por mantener vivo el espíritu de la buena convivencia" tras exigirle "respeto absoluto a la soberanía de Venezuela y al funcionamiento democrático de sus instituciones".
Previamente, la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, calificó de "pinochetistas estúpidos" a los senadores chilenos, mientras que Chávez les pidió no ser "ridículos" ni sembrar dudas sobre la limpieza del proceso electoral.