Venezuela ordenó ocupar una planta de la multinacional irlandesa Smurfit Kappa para asegurar los despachos de envases para el sector de alimentos, dijo el ministro de Industrias, quien acusó a la empresa de usar su posición de dominio para elevar los precios.

En un intento de reducir los altos precios en el país petrolero y a escasos días de las elecciones municipales, el presidente Nicolás Maduro lanzó "una ofensiva" con fiscalizaciones a comercios para que bajen sus precios a lo que el gobierno considera un nivel "justo".

El ministro Ricardo Menéndez hizo el anuncio de la ocupación desde la misma planta de Smurfit Kappa en el central estado Carabobo.

"Se está generando la ocupación temporal de esta empresa para garantizar la provisión de la materia prima para todo lo que es la cadena de alimentos, todo lo que tiene que ver con los empaques, garantizar los productos alimenticios de nuestro país", dijo.

El funcionario acusó que la empresa infló en un 372 por ciento el precio de un producto.

El gobierno sostuvo que la ocupación no incluye el control administrativo de la compañía.

"Los dueños de la empresa son responsables ante el país de garantizar al máximo el incremento de la producción de esta planta y de garantizar los trámites administrativos, pero el Estado (...) va a estar aquí vigilante", añadió Menéndez.

Maduro, electo en abril tras la muerte del socialista Hugo Chávez, endureció el viernes su lucha por controlar los precios con el anuncio de nuevos límites a los precios de los alquileres comerciales y amenazó con detener a quienes remarquen los precios.

El heredero de Chávez, que goza de poderes especiales para decretar leyes por un año, acusó a los empresarios de inflar los precios, pero sectores privados cuestionan los controles de cambio y de precios desde hace una década, que afirman, asfixian la industria.

La inflación en tasa anual está en el 54 por ciento y la escasez de productos básicos ha puesto a los venezolanos en largas filas para conseguirlos.

Smurfit Kappa es un grupo manufacturero dedicado al papel en Venezuela desde 1954.

Esta no es la primera vez que la empresa y el Gobierno venezolano se ven la cara. En el 2009, Chávez tomó 1.500 hectáreas de siembra de árboles propiedad de Smurfit Kappa, que serían usadas luego para cultivos.

A esa fecha, analistas calculaban que la compañía tenía unas 30.000 hectáreas en Venezuela.