Venezuela podría cerrar sus operaciones de hierro, aluminio y acero ante la necesidad de ahorrar energía en medio de un déficit eléctrico que lleva meses, dijo hoy el ministro para la Energía Eléctrica, Angel Rodríguez.
Las mineras estatales, ubicadas en la región de Guayana, consumen alrededor de la cuarta parte de la hidroelectricidad que se produce en el país.
El 70 por ciento de la potencia total nacional se genera en las represas de Guri, Caruachi y Macagua en la sur oriental Guayana.
"Si tenemos que cerrar las empresas básicas de Guayana, porque se está secando el Guri, pues habrá que cerrarlas. Lo otro es dejar al resto del país sin electricidad, y eso no es posible", dijo Rodríguez en declaraciones publicadas por el diario local El Mundo.
Las empresas que pertenecen a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) ya se encuentran sometidas a restricciones de energía que les ha llevado a reducir su producción en un 52 por ciento, según el diario.
La CVG trabaja en minería y comercialización de hierro, bauxita, aluminio y oro, pero está azotada por falta de inversiones, obsolescencia y problemas laborales y ha estado buscando financiamiento internacional para superar su crisis.
De las empresas de la CVG, la reductora de aluminio Alcasa ha desincorporado dos líneas de reducción, y Venalum ha recortado su producción. La procesadora de hierro Ferrominera también pertenece a la CVG.
Además estaría afectada Sidor, la mayor acería de América Latina que fue renacionalizada en 2008, y ya detuvo dos hornos como parte de su plan de racionamiento, aunque no forma parte de la corporación pero también opera en Guayana.
Por toda Venezuela, zonas residenciales han sufrido cortes eléctricos por meses que han enfurecido a la población y generado protestas contra el Gobierno de Hugo Chávez, que enfrenta el reto de mantener su mayoría actual en la Asamblea Nacional en elecciones en septiembre.
Según el Gobierno, la crisis eléctrica se debe a la falta de lluvias que ha provocado el fenómeno climático El Niño y el aumento de demanda, mientras que la oposición y algunos analistas dicen que las autoridades no hicieron las inversiones necesarias para atender el crecimiento de la demanda.
Según Rodríguez, el embalse de Guri se encuentra en la zona de alarma, por debajo de la zona segura y la de alerta.
El Gobierno asegura que emprenderá las inversiones necesarias, y que confía en que las lluvias se reactiven en el primer semestre del año.