Las ventas minoristas estadounidenses cayeron en junio por tercer mes seguido al bajar la demanda de forma generalizada, especialmente las compras de autos, productos electrónicos y materiales para la construcción, mostró este lunes un informe oficial que suma preocupación por la salud de la economía.

Las ventas sufrieron un retroceso del 0,5%, desafiando las expectativas de un alza del 0,2%. Se trata de la primera vez desde fines del 2008, cuando la economía estaba sumida en la recesión, en que las ventas caen por tres meses consecutivos.


"Las pruebas son cada vez más claras de que la economía estadounidense se está desacelerando", dijo Jim Baird, estratega de inversiones de Plante Moran Financial Advisors en Kalamazoo, Michigan.

Estas cifras se suman a otros indicadores débiles que aumentan la presión sobre el presidente Barack Obama en la antesala de las elecciones de noviembre, donde buscará su reelección. Su rival republicano, Mit Romney, está concentrando su campaña en criticar el manejo de la economía por parte del actual mandatario.

Al mismo tiempo, la debilidad de las ventas minoristas eleva la posibilidad de que la Reserva Federal lance otra ronda de compra de bonos para dar un espaldarazo a la economía.

La debilidad de las ventas minoristas es preocupante porque sugiere que el gasto del consumidor, que representa dos tercios de la economía estadounidense, también está tambaleándose.

"Este es otro ejemplo de cómo la amplia incertidumbre económica está teniendo impacto sobre la actividad de la economía", dijo Eric Fine, de la firma Van Eck en Nueva York.