Tras las complicaciones que se vivieron en la VIII región por el tsunami posterior al terremoto de febrero pasado, los veraneantes que durante la presente temporada estival están llegando hasta los sectores costeros de aquella zona, principalmente en las playas de Tomé, Dichato y Coliumo las que reciben a cerca del 30% del total de turistas en la región, han optado por acudir a los balnearios en su mayoría sólo por el día y están evitando quedarse a dormir.

Según la directora del Sernatur en el Biobío, Katherin Echaiz "por un lado no tenemos la misma capacidad hotelera que en años anteriores, y por el otro la gente todavía está temerosa por lo ocurrido, pero eso es algo que va a ir pasando con el tiempo".

El tema del alojamiento es algo no menor porque de las cerca de 1.200 camas formales que había a disposición de los visitantes antes del megasismo en la comuna de Tomé -a esto hay que agregarles unas 500 más de personas que arrendaban sus casas de manera informal-, actualmente sólo la mitad está operativa nuevamente.

Por lo mismo las autoridades se han empeñado en, por un lado ayudar a levantar nuevos lugares donde pernoctar, como ocurrió ayer en Dichato donde se inauguraron varias cabañas con un aporte de Corfo de 40 millones de pesos.

 Además, el Sernatur está trabajando con los municipios para implementar un calendario con diversas actividades para atraer a los viajeros y de hecho este sábado habrá una presentación de los Halcones y Boinas Azules de la Fach en la costanera de Dichato.