No pasaron más de cuatro semanas desde que Raúl Ruiz cumplió  70 años  en el 2011 hasta su muerte el 19 de agosto de ese mismo año. Como si tampoco le importara la amenaza del fin, siguió trabajando más o menos hasta el final y preparando la producción de Las líneas de Wellington, película que finalmente terminó dirigiendo su esposa Valeria Sarmiento. Desde entonces, ella asumió que debía mantener vivo a Ruiz a través de todos los métodos de lucha: concluyendo aquella película, impulsando la publicación de libros  y, significativamente, restaurando sus filmes. Este año el resultado fue la más grande retrospectiva de Raúl Ruiz jamás hecha, con 75 filmes en la Cinemateca Frances durante abril y mayo.

Chile alcanzó a tener un trozo de aquella torta y durante todo julio y hasta el 31 de julio exhibirá 20 de esas cintas. Están tal vez las más emblemáticas de antes del exilio y también. De las 20 obras, 10 son restauradas y mañana a las 19 horas la muestra ¡Celebremos a Ruiz! se inaugura con de Tres tristes tigres (1968). La película ganadora del Festival de Locarno 69 se repetirá desde el  viernes a domingo a las 20.30 horas y durante el resto del ciclo se ofrecerá regularmente en los horarios de la Cineteca Nacional (www.cinetecanacional.cl).

El caso de Tres tristes tigres es especial, pues se trata de la más conocida de las cintas de Ruiz antes del 73 y durante más de 40 años los chilenos sólo la vieron en una pésima copia que circulaba de festival en festival. El resto accedió, en gran mayoría, a través de youtube. La versión restaurada se realizó en Francia por la asociación Les Amis de Raoul Ruiz con apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) en un proyecto encabezado por François Ede y Georges-Henri Mauchant.

La historia de la reparación es algo laberíntica y se remonta a los primeros meses de exilio de Valeria Sarmiento y Raúl Ruiz, cuando en Berlín vieron una versión de impecable calidad visual y sonora de Tres tristes tigres. Al momento de querer recuperar esa copia, Valeria Sarmiento no encontró el negativo del filme, pero si dio con el internegativo de la misma versión de Berlín. Estaba en las bodegas del British Film Institute. Aquel es el que se restauró para la retrospectiva de la Cinemateca  Francesa y, ahora, la de la Cineteca Nacional.

Adaptación muy libre de la obra de Alejandro Sieveking, Tres tristes tigres  se interna en los encuentros, desencuentros y vueltas sin fin de un grupo de amigos durante las noches de cantinas  santiaguinas. La protagonizaron Nelson Villagra, Luis Alarcón, Shenda Román y Jaime Vadell, actores que  repitieron con Ruiz en Nadie dijo nada (1971), algo así como la lógica continuación de Tres tristes tigres. La historia tiene algo de Los inútiles (1953) de Fellini y también del primer Cassavetes (confesa influencia del director chileno), pero sobre todo es único en su especie. El primer Ruiz de referencia.

Otro de los trabajos que se darán en el ciclo es Diálogo de exiliados (1975), la primera obra del realizador hecha en Francia, pero con un pie en Chile al menos en casting. También es una versión restaurada, en este caso por la Cinemateca Francesa, y significó el primer signo de incomprensión para un director díscolo a las órdenes de partido.

El filme tiene el arrojo y la visión como para  presentar apenas un año después del golpe de 1973  la vida a veces miserable y mezquina de un grupo de chilenos exiliados que comparten piso en París. Hay mucho humor (lo natural en Ruiz) y gran acierto en la descripción de personajes, desde un cantante pinochetista (Sergio Hernández) hasta el exiliado argentino que impone las reglas del juego (Edgardo Cozarinsky).

De algunos años antes es Palomita blanca (1973), basado en la novela de Enrique Lafourcade y con música de Los Jaivas, restaurado por la Cinemateca Francesa. Ya inserto en la cultura francesa, el chileno dirigió La vocación suspendida (1978)y La hipótesis del cuadro robado (1979), dos de sus películas menos conocidas en Chile, basadas en textos del escritor galo Pierre Klossowski y restauradas por el Instituto Nacional Audiovisual Francés (INA).

La veintena de filmes del tributo a Raúl Ruiz también incluye largometrajes como El techo de la ballena (1982, restaurada),  Las tres coronas del marinero (1983, restaurada), Bérénice (1983, restaurada), Cofralandes (2002), Días de campo (2004), Misterios de Lisboa (2010) y la póstuma La noche de enfrente (2012).