La investigación en torno al vestuario y a la moda chilena tiene una corta data. Hace pocos meses se exhibió una muestra sobre la moda femenina en el siglo XIX en el Museo Histórico Nacional, y hoy se inaugura la muestra Identidad y representación, sobre los trajes de la mujer campesina del valle central, entre los siglos XVIII y XX.

El lugar será la Sala Negra de la Corporación Cultural de Las Condes (19.00 horas), y dicha exposición consta de dos partes, la citada de trajes y otra de cerámicas costumbristas de la Colección de Arte Popular del Museo Histórico Nacional.

"Hoy se identifica a la mujer chilena con su traje típico el que curiosamente hoy no existe en la realidad cotidiana del mundo campesino. Nuestro desafío radica en buscar los orígenes de este paradigma, definiendo a través de la investigación teórica y práctica de las características fundamentales de la "china" y así encontrar y reorientar la imagen del vestuario femenino proveniente de la tradición campesina", señala Hiranio Chávez, investigador responsable del proyecto del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile.

El encargado trabajó junto a las diseñadoras Maite Lobos, Alejandra Alfageme y Monserrat Catalá, en la investigación y realización de los vestuarios de cada época.

La falta de una industria que proporcionase materiales y telas adecuadas para la realización de trajes que vistiesen a la burguesía, obligó a la sociedad local, a importar trajes y telas desde Europa. La clase popular estuvo ausente de este intercambio y para ello creó artesanalmente telas para la realización de vestimentas acordes con su condición social. Este proyecto intenta desentrañar los orígenes de la forma de vestuario de la mujer campesina o "china" –palabra que traducida del quechua significa sirvienta o empleada del patrón- y sus distintas etapas, desde el siglo XVIII hasta el XX, un indiscutible reflejo de la historia tradicional de Chile.

Por otra parte, se presentan en la exposición piezas en cerámica que pertenecen  a la Colección de Arte Popular del Museo Histórico Nacional, que fueron realizadas por Sara Gutiérrez y alfareras de Talagante, posiblemente las hermanas Jorquera, durante la primera mitad del siglo XX.

La tradición de estas ingenuas piezas de alfarería se origina en la antigua cerámica perfumada de las monjas Clarisas de Santiago, desde el siglo XVII a fines del siglo XIX. De ésta, Gutiérrez –la más destacada discípula de las monjas- toma la técnica y el secreto de su sutil perfume, para elaborar una imaginería local, basada en el ambiente popular chileno. Así, bajo el registro de la creadora, aparecen parejas bailando cueca, músicos en animada ejecución, coquetas mujeres de pueblo y un sinfín de coloridos personajes típicos de nuestras fiestas folclóricas.

Más tarde, son las loceras de Talagante las que continuarán la tradición y, aunque con una técnica diferente a la de Sara Gutiérrez -que desapareció en la década de 1930 - serán las encargadas de seguir dando vida a un mundo en miniatura que nos acerca a nuestras raíces y costumbres.

La Colección de Arte Popular del Museo Histórico Nacional, contempla también artesanía huasa, cestería popular, artesanía carcelaria, juguetería y cerámica de Pomaire, Quinchamalí y Lihuelmo, entre otros.

Identidad y representación, vestuarios y cerámica de la mujer campesina en Chile.
7 de agosto al 20 de septiembre de 2009
Sala Negra de la Corporación Cultural de Las Condes
Avda. Apoquindo 6570
Martes a domingo, 10.30 a 19.00 horas