Cuando la historia estaba para ser escrita por Fernando Alonso (Ferrari) y Mark Webber (Red Bull), apareció Sebastian Vettel y con una conducción espectacular relegó a los favoritos para convertirse en el piloto más joven en ser campeón de la Fórmula 1.
El alemán consiguió el logro con 23 años y 123 días, superando lo realizado por Lewis Hamilton en (2008), que terminó secundándolo en Abu Dabhi.
En al pista, le dio una verdadera lección a Alonso y Webber y casi de punta apunta completó una conducción sin fisuras y llegó con comodidad a la meta con más de 10 segundos de diferencia sobre su escolta.
De los otros dos candidatos, los principales antes de largarse la prueba, poco se puede decir, ya que estuvieron muy conservadores y apenas terminaron en un séptimo y octavo puesto.
En la largada, Alonso, ni siquiera hizo el intento de luchar por la vanguardia e incluso se conformó con perder un puesto ante Button y quedarse por delante de Webber, ya que pensaba que con eso le alcanzaba.
Incluso, no aprovechó la entrada del safety car en la segunda vuelta por un choque entre Michael Schumacher (Mercedes) y Vitantonio Liuzzi (Force India). Luego de ello, ambos "candidatos" entraron a cambiar neumáticos y esa decisión fue "fatal", ya que luego de ello casi no pudieron subir posiciones, y Alonso estuvo todo el resto de carrera tras Vitaly Petrov (Renault), al que no pudo superar.
Finalmente, ambos pilotos tuvieron que resignarse, el español tenía que llegar cuarto para ser campeón, y vieron desde lejos como el alemán ganaba su primer título mundial.
El campeonato terminó con Vettel con 256 puntos, seguido por Alonso (252), Webber (242) y Hamilton (240). Además, la victoria le permitió a Red Bull ganar los dos trofeos de la Fórmula 1, ya que la semana anterior ya se había adjudicado el título de constructores.