Viaje a las "comunas inciertas" de cara al balotaje
Son zonas donde el resultado de la segunda vuelta cambió entre 2006 y 2010. Más de 60 municipios que pueden volver a hacer la diferencia si la votación es estrecha.
Están distribuidas a lo largo de todo Chile. Son grandes y pequeñas: varias capitales regionales y provinciales. Algunas con importantes nichos de población, otras que apenas rasguñan los mil votantes. Pero comparten una cualidad que las hermana: son comunas en que los candidatos de uno y otro bando han celebrado victorias en las segundas vueltas pasadas.
Un análisis de La Tercera determinó que 63 comunas de Chile pasaron de votar en 2006 por Michelle Bachelet a hacerlo en 2010 por Sebastián Piñera. En esa elección, el total de votos en el bloque fue de un millón 780 mil sufragios -es decir, exactamente un cuarto de los votos válidamente emitidos-, y el giro neto fue de 210.905 preferencias para el abanderado de derecha. Una cantidad importante, dado que Piñera terminaría ganando los comicios con 223 mil votos de ventaja sobre Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Para hacer el análisis se tomó como referencia la elección de 2010, por ser la única en que la derecha consiguió el triunfo, y 2006 como factor de comportamiento previo. Además, se incluyó como antecedente extra el resultado del primer balotaje tras el retorno de la democracia, el de 2000 entre Ricardo Lagos y Joaquín Lavín.
No se incluyó la elección de 2013 por sus características especiales: el 62% que le dio a Michelle Bachelet el triunfo significó que Matthei ganó apenas 17 de las 346 comunas chilenas.
Bloques electorales
Las comunas pueden ser separadas en dos bloques: aquellas en que Piñera ganó tras dos elecciones previas en que la entonces Concertación se llevó el triunfo, y en las que Piñera volvió a ganar tras un triunfo de Lavín el 2000 y de Bachelet el 2006.
El primer grupo, de 24 comunas, representó en el balotaje Piñera-Frei cerca de 750 mil votos. Entre las 10 con mayor cantidad de votos destacan ciudades emblemáticas, como Concepción, Chillán, Arica, Osorno, Talcahuano, Punta Arenas y San Felipe, así como comunas de la Región Metropolitana como San Bernardo, Independencia y Cerrillos.
En este bloque, Piñera aventajó a Frei por 35.707 votos, lo que significó un cambio total de más de 100 mil respecto de cuatro años antes, cuando Bachelet le había sacado 66.651 votos de diferencia en los mismos municipios.
El segundo, integrado por 39 municipios, incluye un grupo de comunas de entre las 10 consideradas como "claves" por un estudio de DecideChile de cara a la segunda vuelta, según factores como la cantidad de votantes de primera vuelta y el desempeño de Beatriz Sánchez.
Así, la lista la encabezan Valparaíso, Santiago y Ñuñoa, y entre las 10 primeras también está Quilpué. Pero similar a lo ocurrido con el otro grupo, se suman capitales regionales y ciudades importantes, como Rancagua, Puerto Montt y San Fernando, y comunas de la Metropolitana como La Cisterna, Melipilla y Peñaflor.
El bloque totaliza poco más de un millón de votos, y ahí pasa un fenómeno casi opuesto en cifras al del primer grupo: Piñera logró 70.639 votos de ventaja sobre Frei cuando cuatro años antes Bachelet había triunfado por 37.908 sufragios. El cambio neto, nuevamente, fue de poco más de 100 mil preferencias.
Así, sumando ambos grupos, en la elección del 2010 las 63 comunas resultaron con una ventaja de 106 mil votos a favor de Piñera, cuando en 2006 le habían dado una ventaja casi idéntica -104 mil sufragios- a Bachelet.
Zonas con tendencia
¿Por qué las "comunas inciertas" son, en buena proporción, capitales y ciudades importantes de regiones? Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca y experto electoral, dice que el fenómeno no es para nada extraño, y que se explica por las lógicas socioeconómicas y demográficas propias de nuestro país.
"Es normal que se produzcan estos altos niveles de volatilidad en las capitales regionales, que son las zonas donde circula más información. En las zonas rurales, lo que uno aprecia es que existe una altísima estabilidad del voto: participan los mismos de siempre, no hay mucho recambio y, además, las predisposiciones políticas están mucho más arraigadas, no por razones ideológico-partidarias, sino que simplemente por una cuestión de costumbre", afirma Morales.
El cientista político agrega un factor adicional a considerar. En sus análisis aparece como elemento importante para la volatilidad en cuanto a la elección los resultados obtenidos por candidatos fuertes que no son parte de las principales fuerzas.
"Si uno correlacionara la votación que obtuvo ME-O el 2009 con la que obtuvo Ossandón en la primaria y la que obtuvo Beatriz Sánchez, también te aparece una pendiente positiva, mostrando que hay comunas donde parece atractivo el candidato que corre por fuera o el que se presenta como un outsider", dice Morales. "Probablemente, en las primeras vueltas esa gente se da el gusto de votar por el candidato que va por fuera y, luego, en la segunda vuelta, vota por el candidato más institucional".
Las lógicas regionales
El mismo ejercicio que se hace a nivel de comunas puede ser hecho mirando las regiones del país. Ahí, la conducta ha sido más variada, siempre considerando un elemento a observar: Michelle Bachelet "barrió el tablero" en 2013, quedándose con las 15 regiones, algo que no había sucedido en ningún balotaje previo.
Si se hace la proyección de acuerdo a los votos obtenidos en las mismas zonas -ya que en las elecciones de 2000 y 2006 tanto Arica y Parinacota como Los Ríos no estaban consideradas como regiones independientes-, el modelo permite ver regiones que, al menos durante las tres segundas vueltas previas a la de Bachelet, siguieron patrones bastante definidos.
Por ejemplo, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, O'Hi-ggins y el Maule han votado mayoritariamente por el candidato de centroizquierda en las cuatro segundas vueltas celebradas desde el año 2000.
Hacia el lado de la centroderecha, las regiones con mayor fortaleza histórica han sido Tarapacá, La Araucanía y Los Lagos, que le dieron la mayoría de sus votos al abanderado del sector en los balotajes de 2000, 2006 y 2010.
Valparaíso, Los Ríos y Aysén están en un punto intermedio, con dos elecciones para cada bloque: allí ganaron Joaquín Lavín en 2000 y Sebastián Piñera en 2010, y Michelle Bachelet en 2006 y 2013.
Y hay cuatro regiones que sólo tuvieron mayoría para la centroderecha en la elección que llevó a Sebastián Piñera a La Moneda en 2010: Arica y Parinacota, Biobío, Magallanes y la Región Metropolitana. En esos comicios, de hecho, Piñera se llevó 10 de las 15 regiones que componen Chile.
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