Thomas Morton, un periodista delgado cuyo look se asemeja más al de un redactor tras un escritorio que al de un corresponsal de guerra, camina por un pueblo casi deshabitado de la zona kurda de Siria cuando una bala pasa sobre él. Acompañado del ejército independentista de esa etnia, busca ponerse a salvo tras una de las murallas de las casas derribadas. Y mientras un proyectil es lanzado hacia el bando enemigo, Al Qaeda, se le escucha maldecir como se esperaría de alguien asustado. Todo esto, en medio del conflicto provocado por el levantamiento de ese país contra su presidente, Bashar Al Asad.

Así funciona Vice, serie de reportajes nominada al premio Emmy en la categoría de documental o no ficción, cuya segunda temporada comienza el martes 22 por HBO. Porque la producción no sigue la lógica más recatada y objetiva que proponen este tipo de programas, donde los corresponsales narran lo que ven durante el transcurso de su investigación, que siempre ocurre en zonas que experimentan algún tipo de conflicto.

La intención en Vice es hacer preguntas incómodas e intervenir en la medida de lo posible, porque si la presencia de la cámara puede facilitar la liberación de un grupo de esclavos, entonces es bienvenida. De hecho, el foco no está en el periodista, sino en la experiencia que se muestra, privilegiando lo que se ha denominado como "periodismo de inmersión".

Con casi media hora de duración, la serie aborda dos casos por episodio, con temáticas que van desde los estragos que el calentamiento global está causando en Groenlandia hasta una tribu donde el canon de belleza obliga a mujeres a asistir a campamentos para engordar.

Parte del conglomerado Vice Media (cuyo valor es de US$ 400 millones según la revista Forbes), el programa nació de la revista Voice of Montreal, fundada en Canadá en 1994, que dos años después pasaba a llamarse Vice. Una década más tarde se concentraron en desarrollar contenidos para internet, donde comenzaron a privilegiar el streaming de videos para entregar una mirada más detallada de lo que ocurría. Fue a partir de este material que HBO hizo la propuesta de transformarlos en un programa, aumentando de paso la duración de los videos y recursos. El mismo es producido por Bill Maher, quien ha construido una carrera basada en programas de actualidad.

"Para Vice tomamos las mejores historias de nuestras 34 oficinas alrededor del mundo y las mostramos en este formato que combina noticias y documental. Es lo mejor que hemos hecho", explicó el editor y fundador de Vice, Shane Smith, en una entrevista para la revista Interview -hecha por el director de la película Her, Spike Jonze-. Y es que Smith se ha transformado en una suerte de celebridad gracias a su trabajo en medios y como rostro del programa, del cual es el conductor. Con un look más similar al de un rockero -barba, tatuajes y polera negra-, ha definido el programa como "60 Minutos para gente joven", en referencia al icónico programa de noticias de CBS.