El vicepresidente argentino Amado Boudou fue procesado este viernes por los delitos de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, esto por su supuesta intervención cuando era ministro de Economía (2009-2011) para salvar de la quiebra a la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica y de haber contribuido a dejar en manos de supuestos allegados suyos la gestión de la empresa.
La medida fue dispuesta por el juez federal Ariel Lijo, quien también dispuso un embargo por 200.000 pesos (unos 25.000 dólares) sobre sus bienes, según la resolución publicada el viernes por la noche en el sitio oficial del Poder Judicial.
Boudou, quien se encuentra de gira en Centroamérica, es el primer vicepresidente en la historia del país procesado en el ejercicio de la función pública y se expone a una condena de entre uno y seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
Tras declarar ante la Justicia este mes, el funcionario dijo que las acusaciones en su contra son una "falacia" y una "patraña".
El vicepresidente, de 51 años, aseguró que "lo que está en juego en estos años, sobre todo desde la llegada (en 2003) de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner (a la presidencia de la Argentina), es si el poder está en el pueblo o en muy pocas manos que toman las decisiones".
El arco opositor reclamó que el vicepresidente renuncie o pida licencia, algo que el funcionario rechazó en todo momento.
Boudou fue militante en la Unión del Centro Democrático (UCeDe), agrupación de centroderecha ya extinta, y luego se acercó al kirchnerismo. En 2008 fue designado por Fernández de Kirchner al frente de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) y ejerció como ministro de Economía entre julio de 2009 y diciembre de 2011.