El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó hoy que tuvo una conversación "muy franca y sincera" con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la primera cita que la mandataria sostiene con un alto representante de Washington tras las denuncias de espionaje que congelaron las relaciones bilaterales.
"Nosotros discutimos hoy las escuchas americanas y cómo ese asunto es muy importante; muy importante no solo aquí en Brasil, sino muy importante también para Estados Unidos y su pueblo. Y la presidenta y yo tuvimos una conversación muy franca y sincera sobre eso", dijo Biden tras reunirse en Brasilia con Rousseff.
El vicepresidente aprovechó su visita a Brasil, donde el lunes asistió al debut de la selección estadounidense ante Ghana en el Mundial de fútbol, para intentar restablecer la relación entre ambos gobiernos, dañada a raíz de las revelaciones de que los servicios secretos norteamericanos espiaron a la mandataria y a millares de ciudadanos comunes en Brasil.
A raíz de las denuncias, basadas en documentos filtrados por el ex agente de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden, Rousseff canceló una visita a Washington prevista para octubre pasado, en la que sería recibida con los máximos honores de Estado.
Además, la presidenta usó su discurso de apertura en la Asamblea General de la ONU para condenar con dureza las prácticas de espionaje que afectaron también a otros jefes de Estado, y promovió el primer encuentro internacional sobre gobernanza global de Internet, que se realizó en marzo pasado en Sao Paulo.
Biden dijo que durante el encuentro le garantizó a Rousseff que el presidente estadounidense, Barack Obama, realizó cambios en los procedimientos de monitoreo usados por su país, después de que estallaron las denuncias.
"Le dije que el presidente Obama, cuando supo de las revelaciones, resolvió hacer un análisis completo, cambiamos nuestros procedimientos y estamos dando un nuevo enfoque a estos asuntos", afirmó.
Recordó al respecto que en enero pasado Estados Unidos anunció una "importante reforma" que consistió, entre otros aspectos, en aplicar a ciudadanos de todo el mundo las mismas protecciones a su privacidad de la que gozan los estadounidenses, amparados en la Constitución.
Agregó que ambos estuvieron de acuerdo en la necesidad de promover una "Internet segura".
"Queremos que Internet sea un medio seguro y no una herramienta de represión de Estado", expresó.
Dijo que además de hablar sobre el tema del espionaje, ambos conversaron sobre asuntos económicos y comerciales de interés para ambos países. Estados Unidos es el principal socio comercial de Brasil.
"La presidenta y yo tuvimos una larga conversación. Nos reunimos solos en la perspectiva de que podamos aproximar aún más los países. No hay ninguna razón para que el volumen de inversiones entre Brasil y Estados unidos no se dupliquen", indicó.
El mes pasado, la presidenta dijo durante un encuentro con periodistas extranjeros, que si bien las relaciones con Estados Unidos, especialmente en lo que refiere a comercio, son "buenas", todavía "no están dadas las condiciones" para agendar nuevamente una visita de Estado a Washington.
Desde que estallaron las denuncias, Brasil espera una retractación por parte de la Casa Blanca, la cual nunca llegó.