El vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales Carazo, expresó hoy viernes que el golpe de Estado del pasado 28 de junio contra el presidente depuesto Manuel Zelaya en Honduras era "casi imposible" de revertir, pese al interés mundial por restablecer la democracia en ese país.

"Golpe dado, ni Dios lo quita (...). Cuando ocurrió el golpe de Estado en Honduras, dada la rapidez con que ocurrió, pensé que era casi imposible revertir ese hecho para que mi amigo Mel (Manuel Zelaya) regresará al poder", expresó al canal 12 de televisión el vicemandatario nicaragüense, Jaime Morales Carazo.

Honduras atraviesa una crisis política desde el pasado 28 de junio, cuando militares allanaron el domicilio del entonces presidente Manuel Zelaya y lo expulsaron del territorio hondureño. Horas después el Congreso hondureño nombró como presidente a Roberto Micheletti.

El mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, no reconoce a Micheletti como presidente y tampoco las elecciones presidenciales realizadas el pasado 29 de noviembre, en las que Porfirio Lobo, del opositor Partido Nacional, resultó ganador.

Sin embargo, para Morales Carazo, Nicaragua debe muy pronto "reconocer la realidad".

"Honduras y Nicaragua tienen un camino largo y dado que somos países hermanos, vecinos, tarde o temprano tendríamos que normalizar las relaciones y reconocer la realidad", insistió Morales.