Punta Arenas es frío y deportes bajo techo. El Dakar es calor y soledad. Son totalmente diferentes, pero eso no achica a Víctor Gallegos. No está en su hábitat, pero quiere ser el mejor. "Me he preparado a conciencia y mi meta de ser campeón del Dakar en quads", decía en Buenos Aires, antes de la largada de la carrera.

Ayer, parte de esos sueños se cumplieron en la altura de Calama. El Patagón se impuso en la novena etapa de la competencia, con partida en Iquique y llegada en la ciudad minera. Sorpresa para todos, es su debut como ganador de etapas, apenas el sexto chileno que consigue este logro, un día después de que se sumara a la lista Pablo Quintanilla en Motos.

La clave de la victoria fue lo duro del camino. "El piso roto me favorece mucho. Estoy acostumbrado, porque corrí muchos años en pistas de cross y de enduro, siempre en quads", asegura el magallánico, quien le sacó más de 15 minutos al segundo, el polaco Rafal Sonik.

Con mucha mesura celebra el sureño en el campamento cercano al aeropuerto de Calama. Apenas unos palmotazos. Merecidos, más aún si se considera que Gallegos casi se queda fuera del Dakar. Un personaje ya conocido en el mundo tuerca le prometió inscribirlo, las gestiones se alargaron, las explicaciones intentaron aparecer, y el plazo de inscripción cerró. Lo salvó un wild card.

Pero no por ser de una zona lejana al desierto, Gallegos es nuevo en los quads. En la pampa también se disputan carreras y, como muchas cosas por allá, los duelos ante los vecinos de Argentina eran los más competitivos.

"Corro quads hace 13 años, en Punta Arenas. Era niño y ya veía carreras", aclara el magallánico, quien cumplirá 30 años a fin de mes.

"Me vine a entrenar el año pasado acá (al norte), para poder aprender el tema de la navegación por lo mismo, porque en Punta Arenas no hay cómo hacerlo. Me adapté bastante bien, y todo este tema del rally es netamente experiencia: mientras más tienes, se van dando los resultados, y ya este año venía con un objetivo que era estar peleando los primeros lugares. No se pudo dar por diversas circunstancias, pero con esta etapa ganada demuestro que puedo estar luchando los primeros lugares", declara el puntarense, quinto en su debut, en 2014.

Las esperanzas de ganar esta edición están desechadas (se ubica séptimo, a más de cinco horas y media del líder), pero aún más desesperanzador es el panorama para 2016, cuando podría esperarse un verdadero ataque el podio en los quads.

"Me costó mucho llegar a este Dakar. Me costó juntar los recursos. No sé si pueda volver a correr otro Dakar. Mi idea era poder hacer el mejor papel ahora, y se me complicó al principio. Si me preguntas hoy si vuelvo el otro año, digo que no, porque ahora no tengo los recursos para regresar", señala el Patagón, quien llegó gracias a rifas y eventos. "Hoy, les agradezco a ellos", cierra.

Casale pierde la punta

El segundo lugar de Sonik,  más la mala jornada de Ignacio Casale (cuarto), que se perdió en el desierto luego de haber tenido un buen inicio, hicieron que el chileno perdiera la punta de la general, que había conseguido un día antes. "Podría haber sido peor, así es que estoy contento. Tuve que devolverme 10 o 15 kilómetros, perdí media hora y después tuve un accidente, me volqué, la moto quedó algo dañada, pero espero que se pueda remontar", dice el Perro.

El chileno esperaba que la organización castigara a Sonik por llegar tarde a una partida: "Igual que a mí, que sea parejo para todos".