Nunca te rindas. En inglés, never give up. Ése fue el mensaje que posteó en sus redes sociales Arturo Vidal horas después de la derrota del Bayern Múnich ante el Real Madrid en el partido de ida por los cuartos de final de la Champions League. Una muestra más de su espíritu combativo, que no distingue la dificultad ni el linaje del rival a la hora de desafiarlo.
El chileno había sido clave para el 1-2 en el Allianz Arena. Para bien y para mal. El volante fue una de las figuras de su equipo, al que adelantó en el marcador con un impecable cabezazo en plena área merengue, pero terminó transformándose en uno de los villanos al errar el penal que pudo haber significado el 2-0 para la escuadra de Carlo Ancelotti. Eligió un disparo ajustado, que terminó saliendo elevado.
El honor y el reconocimiento que pudo pertenecerle a la figura de la Selección fueron a dar precisamente al verdugo al que nadie quería darle vida: Cristiano Ronaldo. El portugués marcó dos veces: en el inicio del segundo tiempo y luego en los 76'. Dos goles claves y que pueden resultar decisivos para cualquiera, considerando el nivel del Madrid, la localía y la diferencia favorable. Para cualquiera, menos para Vidal quien pocos días antes de la revancha volvió a alentar a sus compañeros. "Todo es posible si nosotros lo creemos. Así que vamos con todo, equipo. A por la remontada", añadió en el mismo mensaje motivacional.
Hubo más. En plena preparación del viaje hacia España, el oriundo de San Joaquín subió a Instagram una foto con el brasileño Rafinha. El mensaje, en rigor, era un saludo de cumpleaños para su compañero. La imagen vuelve a mostrar la actitud del Rey hacia el equipo más ganador del mundo: puño cerrado y mirada desafiante.
En el Bernabéu no habrá concesiones. Ancelotti, eso sí, tendrá más problema que Zidane para armar su equipo. De partida, porque no contará con el suspendido Javi Martínez. Y luego, porque, pese a que los incluyó en la delegación que viajó a la capital hispana, tampoco tiene certeza respecto de contar con otros dos defensores: Boateng y Hummels. Ni tampoco con el delantero más determinante para su escuadra: el polaco Robert Lewandowski. Todos evolucionan de problemas físicos.
Zidane también tiene motivos para sufrir. El galés Gareth Bale no logró evolucionar de las molestias que presentó en la ida y, finalmente, el técnico francés optó por descartarlo de la nómina para el duelo ante los bávaros. Chamartín tiene la última palabra.