Los investigadores han capturado un video de rayos X y alta velocidad de un murciélago en vuelo, que muestra que a diferencia de cualquier otro mamífero pequeño, los murciélagos estiran sus tendones para almacenar y liberar energía.
Un grupo de biólogos liderados por Nicolai Konow de la Universidad de Brown determinaron que los murciélagos son los únicos capaces de extender y almacenar energía en los tendones de sus bíceps y tríceps durante el despegue y el vuelo, dándoles un impulso de energía adicional.
Según Konow "al combinar la información sobre el movimiento del esqueleto con la información acerca de la mecánica del músculo, encontramos que los tendones del bíceps y tríceps de pequeños murciélagos de la fruta se estiran y almacenan energía de forma que el murciélago se alza desde el suelo y vuela verticalmente", añade.
Los investigadores utilizaron una tecnología de imágenes 3D de vanguardia llamada XROMM (Reconstrucción por rayos X de movimiento morfológico) que permite visualizar el movimiento rápido del esqueleto interno. XROMM combina modelos 3D de morfología ósea con datos de movimiento biplano de vídeo de rayos x para crear con alta precisión reanimaciones en 3D de los huesos que se mueven en el espacio 3D.
Los investigadores también utilizaron un nuevo método llamado 'fluoromicrometry', donde pequeños marcadores radiopacos se implantan directamente en el músculo, lo que permite la medición de cambio de longitud con alta precisión y exactitud durante las contracciones.
Los resultados indican que la acción de los músculos que lleva a movimientos de los animales a través de fluidos puede estar influenciada por la elasticidad de la serie y que al menos algunos tendones de las extremidades en pequeños mamíferos pueden ser estirados por las fuerzas musculares y la aerodinámica, lo que permite el control de la fuerza en el movimiento de la articulación.
Según los investigadores, estos hallazgos podrían tener implicaciones importantes para el desarrollo de microaeronaves y vehículos autónomos de búsqueda y rescate.
Fuente: Sciencerecorder