El veterano escolta argentino Manu Ginóbili hizo valer su experiencia en las jugadas decisivas y propició que los Spurs de San Antonio ganasen en la prórroga por 110-107 a los Rockets de Houston y se pongan con ventaja de 3-2 en la serie semifinal de la Conferencia Oeste.
Ginóbili, que a sus 39 años, por primera vez esta temporada jugó 30 minutos, protagonizó la jugada decisiva al ponerle un tapón al intento de triple del escolta James Harden en las últimas décimas de segundo de la prórroga, que podría haber permitido a los Rockets empatar el marcador y forzar el segundo tiempo suplementario.
La figura de Ginóbili surgió una vez más para evitar el tiro y, de esta manera, asegurar una victoria que les llegó a pesar de la ausencia por lesión del alero estrella Kawhi Leonard, que no pudo concluir los últimos cinco minutos del tiempo reglamentario y luego la prórroga.
"Una jugada muy arriesgada y bueno, uno toma decisiones faltando poco tiempo", explicó Ginóbili al concluir el partido. "No tenía nada de tiempo para pensar y bueno me pasó, así que traté de molestarlo desde atrás todo lo que podía y me encontré con la pelota muy cerca, la toque y me salió bien por suerte".
Ginóbili, que le tocó jugar el doble de minutos de lo que ha sido habitual en los anteriores partidos, reconoció que cuando estuvo en el campo no sintió el esfuerzo, pero luego sí.
"Fue duro, me sentí bien, la verdad que en todo el año no había jugado 30 minutos y para haber sido primera vez en esta instancia todo fue muy bien. Ahora no tanto, ahora estoy cansado y se siente", explicó Ginóbili.