El entrenamiento a puerta cerrada del Barcelona de ayer en Miami estuvo marcado con la pelea, a puñetazos, entre Neymar y el nuevo lateral portugués Nélson Semedo, en el que tuvo que intervenir el argentino Javier Mascherano para calmar los ánimos. Son días complicados para el brasileño, quien además ha sido cuestionado por los hinchas por su posible partida al PSG.

Tras la pelea, Neymar abandonó el entrenamiento, y sus compañeros prosiguieron la sesión bajo la supervisión del nuevo entrenador, Ernesto Valverde.

El silencio del atacante respecto de su futuro molesta a los seguidores del Barcelona, mientras que se anunció la suspensión de una actividad que tenía en China, según informaron, por estar enfocado en las negociaciones.

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