Apoyados por rebeldes cubanos, un grupo de agentes estadounidenses tiene la misión de asesinar a Fidel Castro en Bahía de Cochinos, durante la invasión a Cuba de 1961.
Así comienza Call of Duty: Black Ops, un videojuego de disparos en primera persona cuya primera misión consiste en asesinar al líder de la Revolución cubana.
De entrada, los agentes son transportados al ambiente de la Guerra Fría, en donde participan de operaciones especiales en territorios hostiles para Estados Unidos. John F. Kennedy ocupa el Despacho Oval de la Casa Blanca y el mundo se encuentra polarizado.
Al final de la primera misión, utilizando la famosa batalla de Girón como distracción, los agentes de la CIA consiguen aparentemente su cometido. Sin embargo, el escape es complejo y hay problemas, por lo que deben resistir en el punto de extracción.
Luego de soportar la respuesta de las tropas cubanas, los agentes son capturados por el verdadero Fidel Castro, revelando que el sujeto asesinado era un doble.
Así discurre el polémico décimo tercer título de la saga Call of Duty, desarrollado por la compañía estadounidense Activision especialmente para las plataformas PlayStation 3 y Xbox 360.
Para su lanzamiento, en noviembre de 2010, la respuesta cubana no se hizo esperar. El sitio Cubadebate, que destaca que el líder cubano sobrevivió en vida a más de 600 atentados, acusa: "Lo que no logró el gobierno de los Estados Unidos en más de 50 años, ahora pretende alcanzarlo por vía virtual".
En la misma nota el medio cubano remata con una frase del fallecido escritor Eduardo Galeano, que aparece en Patas arriba, la escuela del mundo al revés: "La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo".
Call of Duty: Black Ops recibió una nota de 88/100 en el sitio especializado Metacritic y vendió, durante su primer año, más de 28 millones de copias.