Viéndolo desde el mirador de Traful, cinco kilómetros antes de ingresar a la villa, se entiende que este pueblito es hoy lo que debió ser Bariloche hace unas décadas: un remanso de paz. Un lugar alejado de la modernidad, las grandes masas y las tiendas chic de la capital argentina del turismo patagónico. Pero Villa Traful no ha cambiado y, tal como ayer, continúa siendo un lugar simple, ideal para descansar, desconectándose del celular y olvidarse por un tiempo de internet.
Es que esta pintoresca villa de diseño rústico lleva un ritmo desacelerado, con gauchos paseando por sus calles de ripio, con el aroma a asado saliendo de las parrillas de Alto Traful, donde la hora de la siesta continúa siendo sagrada y donde el salón de té Ñancú Laguen, que elabora su propio chocolate, es el gran panorama de la tarde para sus 500 habitantes.
Turistas amantes de la tranquilidad y la naturaleza son los principales impulsores de la economía local, lo que ha llevado a Villa Traful a ofrecer cada vez más y mejores servicios turísticos. Es el caso de Marinas Puerto Traful, hotel inserto en un bosque nativo y floridos jardines que cuenta con una inmejorable vista al lago (hab. doble desde $ 57.000 www.marinaspuertotraful.com.ar). O de la Hostería Vulcanche, que ofrece cabañas para cinco, por $ 40.000, hostal a $ 8.000 p.p. y camping por $ 4.600 (www.vulcanche.com). Pero un camping de lujo saca aplausos: Dormi Tent tiene carpas con forma de cabaña, piso de madera, comedor y dos habitaciones, $ 9.000 p.p. (www.campingelmirador.com.ar/Index1.html).
PESCA Y TOUR NAUTICO
Perdida entre las montañas de Neuquén, a orillas del lago que le da el nombre, Villa Traful es uno de los pocos enclaves urbanos al interior del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Néstor Ruso, un bonaerense que llegó junto a su mujer el 2000 como cualquier turista y se instaló con una agencia de turismo aventura, ofrece pesca deportiva en las lagunas Mellizas, el lago Traful o el río del mismo nombre. Hay diversas modalidades para realizar esta práctica, desde el arriendo de cañas, zodiacs y botes, hasta flotadores o belly boats, ideados por Ruso y que permiten situarse en aguas profundas y acercarse al pez sin inquietarlo (clase de pesca, $ 13.000 la hora; salidas con guías, $ 53.000 el día).
Para conocer los alrededores hay excursiones que combinan trekking y cabalgatas. Pasan por bosques de coihues, miradores y cascadas. O suben cerros, como el Pico Traful, un destino a considerar pese a sus 12 km en ascenso ($ 18.000 con almuerzo). A los pies del cerro hay pinturas rupestres grabadas por tehuelches 600 años atrás. En la cumbre hay uno de los miradores más hermosos. Las lagunas Mellizas se divisan una junto a la otra en un primer plano, mientras la Patagonia argentina se pierde a lo lejos flanqueada por nevados andinos.
Desde el muelle del azulado lago Traful salen lanchas hacia diversos paseos. Como a las Grutas de la Virgen, rocas glaciares que, esculpidas por la accción de la erosión, forman hermosas cuevas a las que se puede acceder (dos horas, $ 13.000 adultos y $ 6.500 niños).
Muy cerca se encuentra el bosque de cipreses sumergido. Su hundimiento se debe al desprendimiento de un faldeo del cerro Bayo que cayó con 50 enormes árboles. Desde los botes, gracias a la transparencia de las aguas, se pueden ver muchos de estos árboles, incluso algunos se mantienen hasta hoy erguidos desde las profundidades, sacando a la superficie la punta de sus ramas.
Otra posibilidad de conocer este bosque submarino es sumergiéndose hasta 50 metros con tubos de oxígeno y todo el equipo de buzo necesario. Una experiencia única, igual que todas las que pueden realizarse en Villa Traful, que se ha potenciado aún más este verano al ser incorporada a una de las cuatro rutas del llamado Corredor de los Lagos, una nueva opción para conocer los desconocidos atractivos de las Provincias de Neuquén, Chubut y Río Negro.
COMO LLEGAR
Acceder por el paso Cardenal Samoré (ex Puyehue, a 53 km. de Osorno) a la Ruta 231 en dirección a Villa La Angostura. Luego tomar la Ruta 234 hacia el norte y posteriormente la Ruta 65 al oeste, internándose en el parque Nahuel Huapi.