Desde que la alcaldesa de la Ciudad Jardín, Virginia Reginato, anunció el Plan de Mantención del Estero Marga Marga han surgido una serie de reacciones de parte de los vecinos de Viña del Mar y organizaciones que han impulsado una campaña para evitar la destrucción del humedal que se ha formado en el sector.
A través de las redes sociales el Centro Cultural y Recreativo PONGA (CCRP) ha difundido una petición que ya alcanza las 2.084 firmas e incluso se ha organizado una marcha ciudadana para este 31 de mayo por la defensa de los coipos y el humedal del estero y que comenzará a las 16:00 horas en la Plaza María Luisa Bombal (Calle Valparaíso con Villanelo).
La iniciativa del plan de mantenimiento del estero, surge de la acumulación de material que se forma en el sector y que podría generar el desborde de las aguas en caso de que haya intensas precipitaciones como las que se han pronosticado para este año debido al fenómeno del Niño.
Muchos de los ciudadanos han culpado a la alcaldesa de ordenar la destrucción del humedal que hoy es el hábitat de diversas especies como coipos, garzas y sapos de rulo, sin embargo la Municipalidad de Viña del Mar señaló a La Tercera que "se está acusando injustamente a la alcaldesa. Nadie quiere destruir el humedal, lo que ella pidió fue que se manejara como corresponde el sector para proteger a estas especies y las casas e industrias que lo rodean".
Asimismo, el Director del Servicio del Ambiente de la Municipalidad de Viña del Mar, Waldo Ceballos señaló a La Tercera que "la idea es hacer una extracción selectiva de los árboles que presentan algún riesgo por las subidas del agua y el taponamiento, y no de toda la vegetación y esto no produciría ninguna alteración o perjuicio significativo en el ecosistema".
"Dentro de las próximas semanas esperamos consensuar el plan con con todos los servicios públicos como la Conaf, el MOP y el SAG para llevar a cabo la extracción de estos árboles", agregó.
Según indican en la Municipalidad, la medida busca evitar que ocurran inundaciones como las de 1984 o 1987, cuando la lluvia hizo colapsar los causes de agua del sector de Miraflores Alto y Los Abetos y el agua afectó a diversas viviendas del sector causando millonarios daños materiales. Y es la misma razón que llevó a la municipalidad en noviembre de 2007 a despejar el lecho del humedal y extraer toda su vegetación, que es lo que muchos de los vecinos temen que ocurra ahora.
La causa de estas acumulaciones de materiales se debe a que tras la construcción de la carretera Troncal Sur se estrechó un lecho del estero, que es donde se forma el humedal y dada la cantidad de plantas y otros elementos, el agua se estanca y no fluye como debería.