La tensión social que durante los últimos meses invadió Venezuela parecía haber llegado este domingo a su punto límite. Los simpatizantes del gobierno de Nicolás Maduro votaron para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, una propuesta que ha polarizado al país y encendido a los manifestantes opositores que desde el 1 de abril han permanecido en las calles de distintas ciudades de Venezuela para protestar contra el Ejecutivo chavista.

Sin embargo, los comicios estuvieron marcados por una espiral de violencia que dejó entre 10 y 16 fallecidos según distintas versiones: el balance más negro en un proceso electoral en la historia reciente de ese país.

El comando oficialista, sin embargo, descartó que la violencia en las calles se produjera por los comicios. "Es mentira que ha habido siete muertos alrededor del evento electoral, es completamente falso, y mire que los guarimberos (manifestantes opositores) lo intentaron hoy y no lo lograron", dijo en rueda de prensa el portavoz oficialista y alcalde del municipio caraqueño Libertador, Jorge Rodríguez.

La oposición, que tilda la Constituyente de inconstitucional, había intensificado los llamados "trancazos" y las protestas en los últimos días para rechazar las elecciones. Y este domingo, decenas de miles de personas salieron a las calles además en señal de desafío a la prohibición que instauró el gobierno de cualquier tipo de manifestación de cara a los comicios. Las manifestaciones terminaron con enfrentamientos y violencia por los choques entre los opositores y la Guardia Nacional Bolivariana.

Uno de los momentos de máxima tensión se vivió en Altamira, al este de la ciudad, donde las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para repeler a los manifestantes, que vestían de blanco y gritaban consignas contra el oficialismo como "¡Venezuela, libertad!". Al menos ocho policías resultaron heridos por explosiones en esa misma zona de la capital.

Durante la noche, según medios locales, los llamados colectivos chavistas, los grupos armados leales al gobierno, comenzaron a recorrer algunas zonas del este de Caracas, sembrando el temor entre sus habitantes.

Pero la capital no fue el único escenario donde se registraron hechos de violencia. Los enfrentamientos también se dieron en ciudades del interior del país como San Cristóbal, Barinas (cuna de Chávez) y Ciudad Bolívar, donde fue asesinado la noche del sábado uno de los candidatos a la Constituyente. En estas zonas, algunas históricamente chavistas, también se vio una baja participación de votantes.

En la capital venezolana, sin embargo, el oficialismo siguió contando con apoyo en algunos sectores leales al chavismo, como el barrio popular de Petare, al este de la ciudad, donde se vivió una jornada en completa normalidad, incluso con música y celebraciones. "Aquí todos votan la Constituyente", aseguró a La Tercera Nelli, una jubilada de 62 años quien explicó que la gran mayoría de los habitantes de Petare iban a participar de los comicios. "Los encapuchados queman cosas, los otros (la oposición) no quieren igualdad", aseguró. "Son terroristas. Creían que Maduro se iba a rendir, pero Maduro está con el pueblo", dijo Jesús, jubilado también de 65 años, y las tres personas que lo acompañaban, junto a la Iglesia principal, asintieron con la cabeza.

Para ninguno de ellos la convocatoria a una Constituyente es una traición al legado del fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013), argumento que han utilizado miembros críticos del chavismo, para rechazar la medida. "No señor, es continuar con el legado del comandante", dice Jacinto.

Entre los primeros votantes estuvo Nicolás Maduro, quien acudió al amanecer a un centro electoral en Catia, al oeste de Caracas, muy cerca del lugar donde hace dos semanas atrás una enferma de 61 años falleció en consecuencia de un disparo mientras se desarrollaba una protesta antigubernamental.

"No hay poder sobre la tierra que le pueda impedir al pueblo de Venezuela que ejerza hoy su derecho democrático a elegir", aseguró el Presidente haciendo un llamado a votar para abrir "una nueva era de lucha, paz, de amor y unión entre los venezolanos".

La titular del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, también intentó enviar señales de calma durante la tarde. "Alta afluencia de electores en elecciones de constituyentes para la ANC. El proceso está fluyendo en sana paz y con mucha tranquilidad", aseguró a través de la red social Twitter. Incluso el ente electoral decidió extender por una hora más, el plazo de votación.

Maduro ha recibido presiones desde distintas partes del globo para detener su Constituyente, pero el mandatario socialista no ha dado marcha atrás con su propuesta, asegurando que es la única opción "para la paz" en Venezuela.

La oposición aseguró que la participación en los comicios "fue mínima". Según la Mesa de la Unidad Democrática, solo 12% de los venezolanos con derecho a voto participaron de los comicios del domingo. Pero cerca de la medianoche, el Consejo Nacional Electoral sostuvo que el 41% de los electores había sufragado, es decir, ocho millones de electores. Una cifra superior a los 7,5 millones de personas que -según la oposición- pidieron a Maduro suspender la Constituyente a través de un plebiscito simbólico que se celebró hace dos semanas.

Anoche, el ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles sostuvo que la jornada se había caraterizado "por la abstención y por la represión".

Dudas sobre lo que viene

Con su jugada, Maduro no solo podrá reescribir la Constitución, sino que también tendrá, según han explicado analistas, atribuciones ilimitadas sobre el resto de los poderes públicos. La oposición teme que los primeros pasos del gobierno tras la Constituyente estén dirigidos, por ejemplo, a disolver la Asamblea Nacional, controlada por una mayoría opositora desde enero de 2016, y también el Ministerio Público, cuya fiscal, Luisa Ortega, se ha convertido en uno de los rostros más llamativos del chavismo en rechazar la medida.

"La Constituyente puede destituir a cualquiera de los poderes instituidos. Según las bases comiciales, Maduro había solicitado que a más tardar el próximo 3 de agosto se debería estar instalando la instancia de los delegados. De hecho, algunos voceros del oficialismo han dicho que eso tiene que instalarse mañana mismo", aseguró Eugenio Martínez, experto electoral, a La Tercera.

Se espera un posible choque de poderes públicos en los próximos días luego que la oposición indicara que el Legislativo seguirá ejerciendo sus funciones tras la instalación de la Asamblea Constituyente, la cual ha llamado a desconocer.

"Lo que salga del fraude… ya nació muerto", aseguró el sábado el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Julio Borges, al llamar a los venezolanos a no participar en la consulta.

Se desconoce si el gobierno y la oposición podrán retomar el diálogo en las próximas horas, posibilidad que se planteó durante las últimas semanas luego de la visita del ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero al país, y que culminó con la salida del líder opositor Leopoldo López de la cárcel de Ramo Verde.