Decenas de miles de trabajadores griegos salieron a las calles de las principales ciudades en la primera huelga general contra el gobierno del conservador Antonis Samaras para protestar contra los recortes de 11.500 millones de euros que planea el Ejecutivo a instancias de sus prestamistas internacionales.

Y ya se registraron los primeros incidentes entre la policía y manifestantes encapuchados. Los efectivos emplearon gases lacrimógenos para dispersarlos luego que estos atacaron con piedras y bombas incendiarias a los efectivos en la Plaza Syntagma.

El seguimiento de la huelga en las grandes empresas públicas es de alrededor del 90 %, según indicaron fuentes sindicales, que destacaron que por primera vez hay una participación significativa del sector hotelero y el pequeño comercio, pero advirtieron que aún era pronto para valorar el impacto del paro laboral.

En la capital, la marcha principal se concentra en la Plaza de Syntagma, frente al Parlamento, mientras que el Partido Comunista ha organizado su propia concentración en la Plaza Omonia, también en el centro de Atenas.

Se trata de la tercera jornada de huelgas en lo que va del año, pero la primera desde que Antonis Samaras asumió como primer ministro.