Hay veces en que la música no se puede tocar simplemente porque no hay dinero. Están los instrumentos, están los músicos y está el director. Todos saben lo que quieren tocar, pero si llega a suceder que la composición tiene menos de 75 años de vida, la cuestión se complica: cualquier creación bajo ese lapso de tiempo paga derechos de autor. Eso fue lo que le pasó al director Max Valdés, que en 2015 quiso dirigir a Sibelius y Ginastera en el Teatro de la U. de Chile y no pudo por falta de presupuesto. Poco después, el turno fue del propio titular de la Sinfónica de Chile, el maestro ruso Leonid Grin, quien no logró dirigir el Réquiem de su compatriota Alfred Schnittke (1934-1998) porque no disponía de recursos para comprar las partituras.
La deuda, en cualquier caso, será saldada en la Temporada 2017 de la Orquesta Sinfónica de Chile, específicamente en los conciertos del 3 y 4 de noviembre, cuando Leonid Grin estrene en el país esta obra de 1975 dentro de un ambicioso programa doble que también incluye la Sinfonía N° 15 de Shostakovich, la última del compositor ruso. "Tocar música moderna es bastante caro, pues uno debe adquirir partituras que no están en el dominio público, como las de los grandes clásicos. En su momento el Réquiem de Schnittke nos enfrentó a un costo astronómico y no pudimos abordarlo. Ahora, sin embargo, sí estamos en condición de tener la partitura y tocar esta creación", afirmaba ayer Leonid Grin, quien tiene una especial devoción por la música de su compatriota Schnittke.
La presencia de esta obra, que incluye coro mixto, guitarra eléctrica, campanas tubulares y hasta una batería, es un signo inequívoco del interés por incluir música moderna en la próxima temporada de la Orquesta Sinfónica de Chile. Es más o menos el mismo estilo e interés habitual de Leonid Grin, quien dice que sus temporadas siempre buscarán una equilibrada mezcla de conocidos de siempre (los clásicos) y desconocidos de nunca (los estrenos, las obras contemporáneas y la música chilena). Quizás de otra manera no se explica el aumento de público que ha experimentado la asistencia a las sucesivas temporadas de la Sinfónica, desde que el director eslavo asumió la titularidad en 2013. De acuerdo a los datos proporcionados ayer por Diego Matte, director del Centro de Extensión Artística y Cultural (Ceac), durante el 2016 se registraron 31.867 personas, versus las 28.366 del 2015 y las 24.241 de 2014.
Matte también se refirió a la construcción de Vicuña Mackenna 20, el nombre que tendrá la nueva sede del Ceac. Aunque en abril del 2015 el entonces director del Ceac, Ernesto Ottone, anunciaba a este mismo diario que se esperaba una inauguración para 2018, la realidad hoy es distinta: no habrá edificio nuevo antes del 2020. "La construcción empieza una vez que se licite quiénes harán la obra y eso será el próximo año. Por lo tanto, hay que calcular tres años como máximo hasta que se entregue el edificio. Eso sería en el 2020", dijo ayer Matte.
Las visitas y las mujeres
Uno de los momentos altos de la temporada 2017 será el debut en Chile de la gran pianista rusa Viktoria Postnikova (1944). Premiada en los concursos internacionales Fryderyck Chopin (Varsovia) y Tchaikovsky (Moscú), Postnikova ha grabado extensamente para los sellos Decca y Erato, incluyendo toda la obra pianística de Piotr Ilich Tchaikovsky. Célebres son sus registros de los tres conciertos para piano del ruso, realizados para Decca entre 1981 y 1982 junto a la Sinfónica de Viena dirigida por su esposo, Gennady Rozhdestvensky.
En esta oportunidad, Postnikova será conducida por el mismo Leonid Grin en presentaciones los días 23, 24 y 25 de marzo en Santiago y en Valparaíso. El repertorio es el Segundo concierto para piano de Tchaikovsky junto a la célebre obertura Romeo y Julieta y el Andante cantabile N° 1, también del compositor ruso.
Una semana antes de esa fecha, el 17 y 18 de marzo, se presentará en el país el violinista Sacha Rozhdestvensky en un programa que trae el Concierto para violín de Stravinsky, la Sinfonía
Fantástica de Berlioz y la obertura El murciélago de Johann Strauss hijo. Rozhdestvensky, que hace poco grabó las Sonatas para violín y piano de Shostakovich junto a Jeremy Menuhin, es precisamente el hijo de Postnikova, y Leonid Grin habla de la coincidencia casi en términos humorísticos: "Creo que estoy de alguna manera ayudando a que las familias se reencuentren en Chile. Sacha vive en Suiza y sus padres Gennady y Viktoria lo hacen entre París y Moscú. Será bonito que se vean acá".
Entre las otras obras que habrá en 2017 estarán la Tercera y Cuarta Sinfonía de Beethoven (es el concierto inaugural el 10 de marzo), la Quinta sinfonía de Mahler (16 de junio) o la ambiciosa Cantata Alexander Nevsky de Prokofiev, que es el concierto final del 8 de diciembre y que se presentará junto a una pantalla gigante donde se proyectará la película homónima de Sergei Eisenstein. "Será una de las grandes experiencias de la temporada, pues Prokofiev compuso la música original para la cinta de 1938", dice Grin, quien renovó como titular de la Sinfónica por tres años más.
Entre las apuestas más modernas estás las citadas composiciones de Schnittke y Shostakovich, el Concierto para oboe de John Corigliano, Ecos de un color del chileno Miguel Farías, el Concierto para violonchelo de Krzysztof Penderecki, el Stabat Mater de Francis Poulenc, el Concierto fúnebre de Karl Amadeus Hartmann y el estreno de Valparaíso, obra del Premio Nacional de Música 2015 León Schdilowsky.
La programación del Ballet Nacional Chileno (Banch) tendrá su eje en la mujer, con cuatro creaciones coreográficas, tres de ellas en calidad de estreno. "La mujer es tal vez el hilo conductor de la temporada. La primera obra del año, desde el 21 de abril al 6 de mayo, se llama Mujeres inspiradoras y es una creación mía", afirma el director del Banch, Mathieu Guilhaumon.
A esa propuesta seguirá Violeta Parra (desde el 23 de junio al 1 de julio), una obra que se enmarca en la celebración de los 100 años del nacimiento de la cantautora y que es creación del joven coreógrafo Joel Insunza.
Desde el 30 de septiembre al 14 de octubre se dará el estreno de Mujeres compositoras, una creación del brasileño Luis Fernando Bongiovann acompañado por la Orquesta Sinfónica. Esta pieza tiene como motivo central la figura de la francesa Louise Farrenc, olvidada compositora del siglo XIX.
Todo cerrará con Mujeres protagonistas, que desde el 24 de noviembre al 1 de diciembre ofrecerá una revisión del clásico personaje de Alicia de Alicia en el país de las maravillas, con coreografía de Guilhaumon.
Otra de las innovaciones del año 2017 será el Ciclo de Pianistas, que dirige el reciente Premio de Música Presidente de la República, Luis Alberto Latorre. Los solistas serán Gustavo Miranda, Mahani Teave, Javier Lanis y el dúo Tala (Latorre y Tama Buttinhausen) en obras de Schubert, Rachmaninov, Scriabin, Mozart y Brahms, entre otros.