Visa y MasterCard abrieron el viernes otro frente en su contienda legal de ocho años por las comisiones sobre las tarjetas de crédito que pagan las firmas minoristas y solicitaron a un juez federal de Estados Unidos que declare que estas cantidades no violan la ley antimonopolio.
La demanda busca brindar a las compañías de tarjetas de crédito argumentos legales contra algunos minoristas que están tratando de desvincularse de una propuesta de acuerdo, según la cual recibirían en conjunto US$7.200 millones en efectivo y descuentos por las comisiones que cobran ambas firmas.
La demanda presentada el viernes ante el tribunal federal de Brooklyn por los gigantes de tarjetas de crédito y una serie de bancos que emiten sus productos solicita al juez del distrito John Gleeson que declare que las comisiones por el uso de la tarjeta son legales y están en línea con los reglamentos sobre competencia.
El jueves, Target y otros grupos minoristas, incluyendo a JC Penney y Kohl's, se desvincularon del pacto propuesto.
Las minoristas presentaron una demanda en un tribunal federal de Manhattan contra las compañías de tarjetas de crédito, alegando violaciones a las leyes antimonopolio y solicitando compensaciones por daños.
El acuerdo propuesto pondría fin a ocho años de litigios por parte de los minoristas que acusaron a Visa y MasterCard de inflar las comisiones por el uso la tarjeta.
La demanda del viernes fue presentada contra los minoristas y los grupos comerciales que fueron nombrados demandantes en el litigio por las comisiones de tarjetas. Si Gleeson dictamina que los cobros por el uso de las tarjetas no violan la ley antimonopolio, podría evitar que se persigan otras acciones por daños.
Un dictamen de esa naturaleza también podría afectar a la capacidad de otros minoristas que rechazaron la propuesta para buscar separadamente daños por las comisiones de utilización de tarjetas.
La moción de las compañías de tarjetas de crédito es la ofensiva más reciente en la feroz batalla legal sobre el acuerdo, que fue aprobado preliminarmente por Gleeson en noviembre. De concederse la aprobación final, sería el acuerdo antimonopolio más grande en la historia de Estados Unidos.