Dentro de la fábrica más antigua de Toyota Motor Corp., hay un rincón donde los humanos han relevado a los robots en la tarea de golpear bultos brillantes de metal para convertirlos en cigüeñales.

"Debemos ser más sólidos y volver a lo básico, ajustar nuestras habilidades manuales y desarrollarlas más", dijo Kawai, un veterano con cincuenta años en Toyota, que el presidente de la automotriz, Akio Toyoda, aprovechó de mostrar para promocionar la destreza manual en las plantas de la empresa.

"Cuando yo era nuevo, a los maestros experimentados se los llamaba dioses y podían hacer de todo", agregó.

Estos dioses, o Kami-sama en japonés, están volviendo a Toyota, la empresa que hace tiempo dio un ejemplo de proeza fabril en la industria automotriz y más allá.

El próximo paso adelante de Toyota parece ilógico en una era de automatización: los humanos están ocupando el lugar de las máquinas en fábricas de todo Japón para que los trabajadores puedan desarrollar nuevas habilidades y pensar formas de mejorar las líneas de producción y el proceso de armado de los autos.

"Toyota ve a sus empleados trabajando en una fábrica de este tipo como artesanos que deben continuar refinando su arte y el nivel de sus habilidades", dijo Jeff Liker, que ha escrito ocho libros sobre Toyota y visitó a Kawai el año pasado.

"En casi todas las empresas que normalmente se visitan, las tareas de los trabajadores consisten en agregar piezas a una máquina y llamar a alguien para que preste su ayuda cuando se descompone", acotó.

La vuelta del Kami-sama simboliza cómo Toyoda, de 57 años, está rehaciendo la empresa fundada por su abuelo, mientras que el máximo responsable ejecutivo ha prometido volcar nuevamente las prioridades desde una mentalidad de crecimiento hacia la calidad y la eficiencia. Está controlando la expansión en el fabricante de autos más grande del mundo con un congelamiento de tres años en relación a nuevas fábricas de autos.

El efecto de GM


La importancia de llevar adelante esta campaña quedó en evidencia en los millones de autos que General Motors tuvo que retirar del mercado debido a interruptores de encendido defectuosos vinculados a 13 muertes.

"Akio Toyoda temía que, creciendo tan rápido, la empresa perdiera la idea del tiempo para esforzarse y aprender", dijo Liker, que se reunió con Toyoda en noviembre.

"Sentía que Toyota había desarrollado la enfermedad de las grandes empresas y estaba demasiado ocupada sacando productos", reveló.

El congelamiento y la ampliación del trabajo manual probablemente den frutos a largo plazo, pero podrían afectar el crecimiento de las ventas a corto plazo y permitir que tanto GM como Volkswagen AG planteen un problema a Toyota expandiendo su base en mercados como China.

La acción de Toyota ha perdido 10% este año.

La iniciativa se produce justo cuando Toyota está reformando el desarrollo de vehículos, mientras que el fabricante más grande del mundo de automóviles pasará a elaborar plataformas susceptibles de reducir los costos en un 30%.

También pone en evidencia el empeño de Toyota en mantener la producción anual de 3 millones de vehículos en Japón.

Aprender a hacer piezas para automóviles desde cero da a los trabajadores más jóvenes conocimientos que de otra manera obtendrían escogiendo piezas de cestos y de cintas transportadoras o presionando botones de maquinarias. Con los aproximadamente 100 espacios de trabajo manual intensivo que fueron introducidos en los últimos tres años en las fábricas de Toyota de Japón, estas lecciones pueden ser aplicadas para reprogramar las máquinas con el fin de reducir el despilfarro y mejorar los procesos, dijo Kawai.