Visitantes se adaptan a nuevos formatos de fondas en Providencia y Santiago

Variedad en shows, restricciones horarias y mayor seguridad son algunos de los cambios.




Una entrada más cara y el cambio de un sistema de ventas de productos -a través de  tickets por uno de manera directa en los mismos stands- fueron algunas de las modificaciones que se realizaron este año en la fonda del  Parque Inés de Suárez, el principal centro de celebración de Providencia y que desde 1997 se llevan a cabo.

Según la productora de la Municipalidad, Carolina Sanhueza, "antiguamente teníamos una concesión con una empresa para todo el parque, donde las ventas se realizaban con un sistema de tickets. Decidimos cambiarlo  para  agilizar las ventas: las personas tenían que hacer fila para comprar, adquirir el ticket y  luego canjearlo".

Para los locatarios, como  Jaime Landeros, director de la corporación Pebre, "durante estos días hay muy buenas ventas, a las 9 de la noche nos quedamos apenas con la mitad de la carta disponible".

Por otra parte, Sanhueza detalló que la parrilla musical es más nutrida este año -con grupos como Chico Trujllo, Manuel García y Américo-, razón por la cual el precio subió de 2.700 pesos a 4.000.

Según comentaron desde el municipio, la dotación de inspectores de  seguridad municipal pasó de 15 en 2013, a 50 este año. Entre el 17 y el 18 de septiembre, habían asistido cerca de  55 mil personas a la fonda de Inés de Suárez.

En el caso de las fondas del Parque O'Higgins, el cambio que ha generado mayor impacto entre los asistentes es el cierre de las ramadas a las 2.00 de la mañana.

"Vengo todos los años. Este  año está súper tranquilo, lo que está bien, pero a la vez no me gusta porque falta diversión. Me parece bien por una parte que cierren las cajas más temprano, aunque es más fome", dijo Catalina Pérez, quien pasó el "18" en el  Parque O'Higgins.

El cambio de los horarios gatilló en la decisión de algunos fonderos a emigrar a otras comunas, como sucedió con la Fonda Permanente La Popular. "Nosotros podemos aceptar que el consumo sea hasta las 2 de la mañana, pero lo que nosotros no vamos a tolerar es que a la gente se le diga hasta qué hora se puede bailar", sostuvo Eduardo López, gestor de esta fonda.

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