El pasado miércoles, Vivi Kreutzberger partió a Arica liderando la gira al norte de la Teletón 2014- la que termina el domingo en La Serena-, y a pesar de llevar casi dos años alejada de la televisión, su relación con la gente y el dominio con los medios de comunicación siguen intactos. De todos los animadores presentes, entre ellos Eduardo Fuentes, Karol Lucero y Mario Velasco, Kreutzberger es la que más debe responder las preguntas de la prensa y aparecer en los distintos enlaces que hacen los canales.
La ex animadora de Mega, cuyo último programa al aire fue el dating show ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, en 2012 -año en que también finalizó su contrato con la estación-, también estará presente en la gira al sur y en las 27 de horas de transmisión, que parten en el Teatro Teletón, los próximos días 28 y 29 de este mes. Kreutzberger aclara, eso sí, que aquello nada tiene que ver con un posible acercamiento a la pantalla chica, ni con volver a ser rostro de una casa televisiva.
"Me invitaron a participar, como todos los años, pero estar en la Teletón y volver a la televisión son dos cosas muy distintas. Siento una identificación especial con la Teletón, sé a la perfección cómo funciona, estuve en la génesis, y eso es porque la he vivido desde que soy una niña. Estoy acá en calidad de alguien que quiere ayudar y de alguien que sirve que esté", asegura la conductora que comenzó su carrera en 1997 en Canal 13.
¿Tiene ganas de volver a la TV?
Estoy muy tranquila como estoy y no dejo de agradecer todas las oportunidades que sigo teniendo. Que yo esté afuera de la televisión tiene que ver con una opción personal y porque aprendí a vivir el día a día. No me hago planes y no pienso en lo que podré estar haciendo en no sé cuántos años más. Estoy entretenida con lo que realizo ahora con mi productora, porque hago lo que quiero. Junto a mi marido estamos dedicados al área de la capacitación y de la educación. La televisión es cíclica, va cambiando, y nadie sabe lo que pasará pronto. No tengo ninguna desesperación por estar en pantalla.
Se ha comentado la posibilidad de hacer un Sábado Gigante en Chile, tal como en sus inicios, y realizado por su padre y usted. ¿Está entre sus proyectos?
Eso es algo que mi papá tiene muchas ganas de hacer, y así lo hemos conversado, pero no sé si por tiempos es fácil de concretar. Todo tiene que ver con la carga de trabajo que él posee. Si en algún momento decide hacerlo, y las circunstancias nos acompañan, yo estaré ahí feliz de la vida. Me gusta el formato de la conversación y de la entretención, pero por ahora no hay nada claro.
¿Cómo ve a su padre, quien ya tiene 73 años, a días de enfrentar otra Teletón?
A mi papá lo veo cansado, muy cansado, pero yo sé que estar en la Teletón es algo que lo motiva enormemente y lo prende. A pesar de sus años, tiene más energía que la mayoría de nosotros, pero eso tiene que ver con un tema de personalidad.
¿Será el momento de que otro animador tome su rol?
No es fácil. En verdad, no sé quién podría verse en el rol que hace mi papá, ni quién podría hacerse cargo de todo este buque.
¿En qué nota el cansancio de Mario Kreutzberger?
Pasa que lo veo cansado y preocupado. Hay una preocupación mayor que en otros años. La sensación térmica que tengo para este año es un ambiente más extraño, más cercano al conflicto. No sé, pero como que no hay buena onda en el país. Tal vez la Teletón se puede convertir en un oasis ahora que todos andan como enojados con todos.
¿A qué conflictos se refiere?
Es que hay una mala onda generalizada, en todos los sentidos. Han ocurrido situaciones políticas, laborales, y de otros ámbitos, que han provocado este conflicto y una especie de desencuentro a nivel país. Todos peleados con todos. Pero confío en que nos volveremos a unir. Chile está pasando por este momento, pero en esencia no es así.
¿Siente que en usted recae el liderazgo innato cuando no está Don Francisco?
Creo que funcionamos bien como equipo, todos colaboramos con todo. Más allá que él sea o no mi papá, me gusta estar en la medida que me necesiten. Muchos de los rostros de la televisión tienen compromisos previos que no les permiten estar, por ejemplo, toda la semana, y vienen solo el fin de semana, y yo sí puedo.
¿Le sorprende que la gente siga siendo muy cariñosa con usted, aunque no la vean en pantalla?
Agradezco el cariño que me da la gente, y reconozco que me sorprende bastante que ese cariño se mantenga y no se olvide con los años. Sin embargo, hice tele por varios años y el público no se olvida de la cara de las personas de un momento a otro.
¿Cómo siente que se comporta la gente en regiones?
A la gente le encanta que hagamos giras porque así descentralizamos todo lo que pasa en Santiago. Según mi experiencia, cuesta más llegar a la gente del norte que a la del sur. No sé por qué será, pero en el sur la buena recepción se siente más rápido. Espero que este año el norte cambie.
¿Cree que está muy difícil conseguir la meta este año?
Creo que es importante que el Gobierno se haga cargo de instituciones como la Teletón. Es cierto que la televisión ayuda a motivar a la solidaridad de todos pero hay una cantidad enorme de centros que tienen que seguir funcionando año tras año, aunque tengamos elecciones. Es muy importante que se mantenga lo que ya se ha hecho y para eso hay que legislar. La meta de este año es muy alta (cerca de $ 25 mil millones) y con todos los problemas económicos que estamos enfrentado como país, la tarea está muy complicada.