Vivien Leigh: La vida de una de las actrices más bellas marcada por un trastorno bipolar y la tuberculosis

La protagonista de Lo que el viento se llevó, ganadora de dos Oscar, mantuvo una secreta lucha contra dos enfermedades.




Vivien Leigh nació en una familia acomodada, en la India, cuando formaba parte del Reino Unido, el 5 de noviembre de 1913, hace 102 años. Tuvo una educación conservadora y rodeada de lujos, sin embargo, desarrolló una personalidad fuerte y luchadora.

Leigh mostró a corta edad una belleza excepcional junto con su inclinación por las artes escénicas: practicó ballet y actuó en obras de teatro. Pero la presión de su familia y entorno la llevó a una vida tradicional: a los 20 años se casó y se recluyó en su casa. Fue ahí donde comenzó a mostrar su tenacidad.

Leigh se cansó rápidamente de una vida bucólica encerrada en una casa con todas las comunidades y optó por desarrollar su pasión: la actuación, donde su belleza deslumbrante le abrió muchas puertas.

A las tablas

Inició su carrera en pequeños teatros en Londres, pero a poco andar comenzó a luchar contra una enfermedad: un trastorno bipolar.

El salto a la fama mundial llegó en 1939, cuando protagonizó Lo que el viento se llevó, papel por el que libró una dura lucha. Vivien no fue elegida para un rol protagónico, pues no era conocida en Estados Unidos, pero la insistencia del productor de la cinta, David O. Selznick, dejó el protagónico para Leigh.

Después, vino la dura crítica de la prensa estadounidense, que no recibió bien que una inglesa interpretara a una tradicional sureña de Estados Unidos. Surgieron muchas dudas de cómo Vivien lograría el tradicional acento que requería el personaje de Scarlett O’Hara. Pero su actuación superó todas las expectativas y ganó su primer Oscar.

Paralelamente, la actriz luchaba contra su enfermedad con terapias electroconvulsiva, golpes eléctricos para generar convulsiones. Había semanas enteras en que Leigh no podía salir de su cama.

Tuberculosis

En medio de la Segunda Guerra Mundial, y aprovechando la fama mundial que había logrado en Hollywood, la actriz visitó a las tropas aliadas en Africa, en 1943. Al año siguiente, después de un episodio muy extenso de tos, se le diagnosticó tuberculosis. Debía descansar y dejar la actuación.

Leigh dejó de trabajar y volvió a Londres, pero por poco tiempo. Rápidamente retomó su carrera, pero en el teatro, donde más cómoda se sentía.

Constantemente era tentada para volver a la pantalla grande. En 1951 protagonizó Un tranvía llamado deseo y logró su segundo Oscar. Dos años después sufrió una grave crisis y en medio de periodos de incoherencia reconoció una infidelidad. Su matrimonio con el actor  Laurence Olivier comenzó a tambalear y terminaría un par de años después.

Su inestabilidad mental junto a la tuberculosis menguaron a la actriz. A los 53 años, y tras luchar constantemente contra sus dos enfermedades, Vivien Leigh falleció asfixiada, con los pulmones llenos de líquido producto de la tuberculosis.

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