Un tenso momento se vivió durante esta tarde en el Colegio Eduardo de Geyter. Y es que hace un par de horas, la encargada del local de votación le entregó una pésima noticia a los presidentes de la mesa: por expresa orden del teniente, quedaba prohibida la opción de instalar una televisión.

La polémica decisión los privaba de sintonizar la final de la Copa Confederaciones que enfrentaría La Roja por primera vez en su historia, ante Alemania.

Medida inadmisible, consideraron los presidentes de mesa. Es por eso que se autoimpusieron y rechazaron que quedase a arbitrio de un militar la instancia cívica. Fue allí cuando, a través de una rápida votación, ganó la opción de poder seguir el compromiso.

En estos momentos, se hizo justicia en Rancagua y todos los asistentes al Colegio Eduardo de Geyter podrán seguir al combinado nacional.