A seis años de la erupción del volcán Chaitén, evento que tuvo como consecuencia principal el abandono casi completo de la ciudad del mismo nombre, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), entregó ayer un ranking de los macizos más activos y de mayor riesgo a lo largo del país.

Se trata de una lista de 43 complejos volcánicos, liderada por el Villarrica, Llaima, Calbuco, Chaitén, Láscar, Michinmahuida, Nevados de Chillán, Lonquimay, Copahue y Cerro Azul-Quizapu, nueve de los cuales están situados en la zona sur del territorio nacional.

De este grupo, el Chaitén es el que ha ocasionado mayor preocupación en los últimos años, debido a la magnitud del desastre de 2008. No obstante, los volcanes Villarrica, Llaima y Calbuco también mantienen atentos a los expertos. ¿La razón? reúnen una serie de condiciones que los sitúan como los de mayor riesgo, a pesar de que las erupciones registradas en los últimos años no han sido de grandes dimensiones.

"Los volcanes Villarrica y Llaima suelen hacer erupciones con más frecuencia, que no siempre son tan grandes. Sin embargo, los efectos de esas erupciones son importantes", explicó Luis Lara, jefe del programa de Riesgo Volcánico del Sernageomin".

Según el geólogo, ello se debería a que reúnen parámetros "que están relacionados con lo que nosotros llamamos el 'peligro', o sea, una propiedad intrínseca del volcán, relacionada con la magnitud de sus erupciones, la frecuencia de éstas, si tienen casquetes de hielo en la cumbre o no etc. (…) y, por otro lado, factores que tienen que ver con la exposición o la vulnerabilidad; la densidad de la población, la presencia de infraestructura en el área cercana, etc.".

Red de monitoreo

Respecto del presente del volcán Chaitén, Lara indicó que gracias a la creación de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, en los últimos cinco años se ha podido investigar en mayor profundidad el comportamiento del macizo, lográndose determinar que éste tuvo al menos tres erupciones de gran magnitud en los últimos 10 mil años.

"Antes del inicio de la erupción de 2008, nuestra idea era que el Chaitén era un volcán relativamente complejo, pero no de los más importantes. De hecho, antes de 2008 estaba en el lugar 40 del ranking (...). Hemos aprendido que es un volcán mucho más peligroso de lo que pensábamos ", sentenció el geólogo.

Un equipo de 60 profesionales, estaciones sismológicas, estaciones con GPS, analizadores de gas, equipos de ultrasonido y monitoreo on-line las 24 horas del día, los siete días de la semana, son algunas de las características de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica, que fue creada tras el desastre en Chaitén.

Coordinación

"Somos el centro que más volcanes está monitoreando a nivel mundial", señaló el director de Sernageomin, Rodrigo Alvarez, quien agregó que la inversión actual para mantener el sistema es del orden de los $ 4 mil millones.

Asimismo, explicó que el centro cuenta con cuatro niveles de alarmas o alertas que van desde la verde a la roja, lo que permite coordinar acciones con la Onemi y está provisto con mapas de riesgo volcánico que permiten establecer impactos en las zonas circundantes".