En el 2000, la Central de Inteligencia de los EE.UU. (CIA) desclasificó más de 1.500 documentos sobre su participación en el Golpe de Estado y posterior régimen militar chileno. La noticia causó revuelo por el valor de la información que podría contener, pero lo cierto es que la mayoría de los archivos seguían censurados con gruesas tachas negras que escondían nombres, testimonios y fechas clave. La artista visual Voluspa Jarpa (1971) vio en esas hojas llenas de rayaduras una oportunidad y un desafío ¿Cómo podía ella dar visibilidad desde el arte a estos documentos? La pregunta le ha llevado 14 años de trabajo, una obsesión histórica, política y plástica que mañana la tendrá dictando charla, a las 12.30 horas, en el Teatro Condell de Valparaíso, en el contexto del Festival Puerto de Ideas.

Además, por estos días, la artista presenta su primera muestra individual en el edificio del Archivo de Bogotá, Colombia: desde 2011, Jarpa ha expandido su trabajo hacia otros archivos desclasificados de la CIA sobre las dictaduras en Colombia y Brasil, donde acaba de exponer una instalación en la Bienal de Sao Paulo que consistía en una gran instalación de documentos de la CIA, replicados en acrílico transparente y negro, que cuelgan sobre el espacio formando una nube de información. Ahora, en Colombia, la artista exhibe una galería de retratos, hechos a partir de los archivos y también con pinturas en óleo, sobre asesinatos y muertes no esclarecidas de personajes públicos de América Latina.

¿Cómo ha logrado llevar estos temas políticos a instalaciones plásticas?

La clave es que soy artista, no investigadora, y me parece que lo más importante es cómo hacer visible estos temas de forma estética. Cuando en Sao Paulo cuelgo estos 520 documentos que son un tremendo volumen, le digo al público "tú ves esto, pero hay 20 mil archivos más". Siempre tengo mucha información y lo que la obra puede contener es algo muy mínimo, ese es el desafío. Lo importante es que el público se interese en saber más, que se haga preguntas. Concibo el arte como portador de conocimiento y como artista siento que es un deber público colocar algo nuevo en el mundo que tenga sentido para los demás.

Muchos artistas han abordado esta época de Chile, pero desde los derechos humanos, ¿por qué elige esta arista?

Creo que hemos tenido permiso para llorar a nuestras víctimas, para elaborar el duelo, pero no para pensar en las razones que condujeron a estos hechos. Las historias de los países latinoamericanos están interconectadasy es importante liberar esa memoria. Me interesa el archivo, el dato duro, porque si no, lo que queda de nuestra historia sería pura subjetividad.

Voluspa Jarpa egresó como pintora de la U. de Chile. En 2006 fue la ganadora del Premio Mavi que impulsó su carrera y para el que armó su primera instalación conceptual sobre la histeria femenina, hecha con materiales acrílicos. Fue el inicio de todo. Más allá del discurso artístico, Jarpa se ha insertado también en el mercado, de la mano de la galería Isabel Aninat en Chile y la francesa Mor Charpentie. ¿Es difícil llevar obras políticas como la suya a ferias de arte?

Afuera no existe la separación entre lo comercial y lo artístico. Las buenas ferias tienen que demostrar que su oferta va por el arte contemporáneo y no por la decoración de interiores. La gente que adquiere mi trabajo sabe de qué se trata y nunca he hecho concesiones. Empecé a trabajar con galerías recién en 2011 y ha sido muy bueno. Puedo producir obras de mejor calidad y con ideas más complejas. El año pasado produje 16 obras, que es bastante, y todas se vendieron.