Norberto (73): "No esperes que reconozcan tu trabajo"

"No seas tan pelotudo. No hagas caso a lo que te dijeron: el trabajo no es lo más importante en la vida. En cinco años más, en plena luna de miel, tu papá te va a llamar para que vuelvas a trabajar porque hay mucho que hacer.  No seas tan pelotudo de devolverte. Dile que no. Aprende a decirlo. Cambia tu foco. No trabajes pensando en que te van a retribuir con una palabra de aliento si hiciste bien el trabajo. No lo esperes porque nunca va a llegar. Así es tu viejo. Así es esa generación. Sólo vas a conseguir frustrarte. Por eso es mejor que te enfoques menos en el trabajo y más en la familia. Anda a los actos de colegio de tus hijos. No digas que no puedes porque tienes mucho trabajo. El único que pierde eres tú. Nadie te va a agradecer  el sacrificio de no haber ido. Hazme caso. Si no lo haces, a los 73 años vas a pensar que si volvieras a nacer no harías absolutamente nada de lo que hiciste por tu trabajo y te vas a arrepentir de esos momentos que no viviste con tus hijos".

Álvaro (49): "Sé más humilde"

"No te voy a dar ningún sermón, porque sé que no me escucharías. Pero déjame decirte que la vida hace el equilibrio. Está bien que disfrutes a concho, pero entiende que no puedes tomar decisiones sin pensar que detrás hay consecuencias. No eres Superman. Por esa impulsividad te vas a subir con unas copas de más a un caballo y terminarás en silla de ruedas. Si no te das cuenta ahora, este accidente lo hará por ti. Vas a tener que agachar la cabeza. Pedir ayuda hasta en las cosas más simples. Desde una silla de ruedas no puedes ser una persona tan ejecutante como lo eres ahora. Vas a tener que pensar todo dos veces antes de hacer algo.

Pero no te asustes. Si no me haces caso, no va a estar todo mal. Porque vas a terminar valorando tus logros más mínimos, a tu familia y vas a casarte con una mujer increíble. Sí, tú que eres tan mujeriego y no crees en eso, vas a casarte. Si no me quieres escuchar, haz lo que quieras. Comete los mismos errores que yo... Quizás esa sea la única forma de que aprendas que en la vida hay que ser más humilde".

Inés (66): "Escucha a tu papá"

"Te casaste hace tres años y ya estás con hijos. Mírate. No estás preocupada de tu apariencia ni de tus intereses. Escucha más a tu papá. Hazlo. Ya te equivocaste una vez por no hacerlo. Para escapar de la casa, decidiste casarte con alguien que viste sólo cinco veces en dos años. Y tu papá fue el único que te dijo que lo conocieras más, que tuvieras cuidado, que era fresco. Preocúpate de ti. Ahora. No pierdas tiempo. Conoce más gente y busca una profesión. En 10 años más, si no lo haces, vas a sufrir. Tendrás que mantener una casa con cuatro hijos sin ayuda. Lo vas a pasar mal. Te vas a sentir sola. Muy sola. No es fácil lograrlo sin profesión y sin amigos. Y todo en una época donde es mal visto que te separes. Date cuenta ahora. Conoce más gente, sal a bailar, busca qué te interesa. No te vas a arrepentir de casarte, porque con él tuviste tus hijos . Pero sí te vas a dar cuenta de que tu papá tenía razón: que no era el hombre para ti. Te vas a separar y tu papá se va a morir sin saberlo. No vas a querer escuchar un 'te lo dije'".

María Angélica (52): "Madura"

"No todo es carrete, amigos y vivir el presente. El lema no puede ser 'no estar ni ahí' con todo. Para sacar una carrera tienes que estudiar. Esforzarte. ¿Por qué te cuesta tanto? Te van a terminar echando de Agronomía y, después, de Periodismo por no estudiar. ¿No piensas en tu futuro? Toma conciencia del mañana. Tienes que tener una profesión para tener una estabilidad económica y desarrollarte como persona. Madura. ¿O en verdad crees que va a llegar un príncipe azul y te va a dar todo lo que quieres como lo han hecho tus padres? Déjame decirte algo, no será así. Si no estudias, a los 30 vas a tener que madurar de golpe porque te vas a separar. Recién a esa edad vas a salir a trabajar y no va a ser tan fácil sin una profesión y sin experiencia laboral. Es difícil mantener una estabilidad económica con dos guaguas y sin trabajar. Motívate. Tus padres no pueden estar ahí siempre. Intenta esforzarte para tener frutos propios. Después te vas a arrepentir. Vas a sentir una deuda contigo y con tus padres por no madurar a tiempo".

Gonzalo (44): "No seas cobarde"

"Llámala y dile que la quieres, cobarde. Hace ocho años que te gusta. Estás enamorado. Y tienes miedo de decírselo porque ella es la candidata a reina, la mujer perfecta. Crees que sólo te ve como su mejor amigo: el simpático, pero feo. Tienes miedo al rechazo y estás equivocado.

Ella también te quiere. Hazlo ahora. Después, si te atreves, va a ser tarde. Cada uno estará en su cuento. Este amor platónico de ahora puede ser real. Y te lo vas a perder por no atreverte. No te va a hacer falta después, pero te vas a dar cuenta de que te hubiera ayudado a tener una juventud con más pasión y soltura. ¿A qué le temes? A ti no te guían las pasiones, te guían los temores, el poder evitarlos. No sigas al líder que grita más fuerte, sino al que habla con más sentido. Para qué sigues a ese tipo si vas a terminar borracho y haciendo cosas que no quieres. Aléjate de ese temor de no ser aceptado. Date permiso para equivocarte y fracasar, pero sin traicionarte".

Alberto (57): "¡Estudia!"

"Empezaste a trabajar para independizarte y no tener que pedirles plata a tus papás. No lo pasas mal: esquías, tienes tu auto, vas de vacaciones adonde quieres y gastas mucha plata. Pero piénsalo bien. Cuando tu papá te pregunte qué quieres hacer dile: 'estudiar'. Es verdad que no es tan necesario ahora y que tus papás tienen buena situación, pero después vas a entender que en la vida hay etapas para hacer las cosas. Y que tu tiempo para estudiar no lo estás aprovechando. Más adelante, a los 29, te vas a casar y vas a notar que la plata que te sobraba cuando eras soltero ya no te alcanza y, entonces, te vas a dar cuenta de que necesitas estudiar algo. Te va a tocar cumplir el rol de marido, de trabajador y estudiante. Y vas a sufrir. Te vas a levantar a las seis de la mañana para trabajar hasta las ocho. Después te vas a ir a la universidad y vas estar allá hasta las 12.30. Los sábados y domingos los vas a ocupar para estudiar y te vas a acordar del tiempo perdido. Desde ese día le vas a aconsejar a todo el mundo que estudie antes que todo, porque va a ser la única cosa de la que te vas a arrepentir de no haber hecho a tiempo".

María de los Ángeles (67): "Rebélate, vuélvete hippie, vuélvete lo que quieras"

"Estudia lo que quieras y no lo que te impongan tus papás. Si quieres Derecho, entra a Derecho. No estudies Historia, no seas profesora. Va a ser una carrera que odiarás toda tu vida. Créeme, te va a pasar. Al final sólo sentirás que calentaste el asiento cinco años en la Católica y le quitaste la oportunidad de estudiar a alguien que en verdad le gustaba. Independízate luego, si sigues en la casa de tus papás vas a vivir sometida a lo que los demás opinen. Sé que te llevas bien con tu familia y que tus papás y hermanos son excelentes, pero sal de esa casa. Es como vivir en una dictadura. Sal a vivir tu vida. Aunque nadie lo hace en estos años, hazlo tú. Apúrate, si no te vas a arrepentir. Rebélate, vuélvete hippie, vuélvete lo que quieras".

Rafael (50): "El fracaso es parte de la vida"

"El fracaso tiene mucho que ver con la vida. Caerse es parte de aprender. Es valioso que lo sepas. Acuérdate cuando no entraste a Ingeniería en la Católica, la primera vez que diste la Prueba de Aptitud. Fue durísimo, tu primer fracaso. Y te marcó. Pero te volviste a levantar, te fue bien la segunda vez y entraste. Eres un gallo al que siempre le ha ido bien, con una familia espectacular, pero ahora tienes que aprender a convivir con las caídas. Después, te vas a echar un par de ramos en Ingeniería y te vas a atrasar un año. Pero vas a pararte de nuevo. A los 27 años vas a entrar a trabajar en un banco y va a ser un desastre, porque te vas a dar cuenta de que no tienes nada que hacer ahí y eso te va a cobrar un par de años. Pero vas a aprender que hay fracasos y que después de una mala viene una buena. Eso responde la pregunta del millón: ¿Dónde crees que encuentras la felicidad? En aprender a ser tú, en conocerte y saber que tienes cosas buenas y malas".

Marta (58): "No restes amigos, súmalos"

"Aprovecha a ese grupo de amigos que tienes en la universidad. No los pierdas de vista. Cuando te cases y tengas hijos, intenta conservarlos. No dejes que influya que tu marido no tenga ninguna relación con tu profesión. No empieces sólo a juntarte con los amigos de él y a hacer otros nuevos. Suma amigos, porque todos te aportan, pero no restes. No dejes de lado a estos compañeros de universidad que tienes ahora porque son ellos los que te pueden motivar a volver a trabajar después de que tengas guaguas.

Ellos son los mismos que te pueden aportar una visión de cómo compatibilizar casa y trabajo. Cuídalos. Después, aunque intenten juntarse, entre tantas obligaciones y caminos diferentes va a ser muy difícil retomar la amistad. Vas a estar satisfecha de haberte dedicado a los hijos, pero también vas a sentir que disfrutabas mucho de tu carrera y te vas a preguntar si esos amigos te hubieran ayudado a realizarte profesionalmente".

Marcelo (62): "Sigue en lo tuyo"

"Marcelo, juégate más el pellejo. Quieres cambiar el mundo, hacer uno más justo, así que convence a más gente, haz que más personas participen del movimiento. En el futuro las cosas por las que peleas no van a estar presentes y entenderás que fue una derrota, pero así y todo, no te arrepentirás; al contrario, creerás que faltó más fuerza, más gente. Nunca te vas a reprochar nada. Sigue esforzándote con Ana María. La oposición a la relación de ustedes va a seguir, pero al final vas a ver que valió la pena. La adversidad te dará más fuerzas. Les va a costar, trabajarás de taxista y a los 10 años de casados la constructora en la que trabajas va a quebrar, quedarás colgado de la brocha. Vas a estar dos años cesante, con dos niños chicos y pagando dividendo. Para mantenerte vas a vivir de la música, tocando tu contrabajo de noche en cuatro grupos. Te vas a tener que ir solo a estudiar a Brasil, vas a dejar a tu familia acá ; vas a querer volver y no vas a poder. Pero sigue creyendo. Así vas a lograr tu carrera de ortopedia, el trabajo de tu vida. Sigue con fuerza. En 40 años más estarás completamente feliz de haberlo hecho".

Gisela (37): "Vas a ser igual que tu mamá"

"Sí sé. Te carga que los papás te digan que te quedes en la casa atendiendo a sus invitados, mientras tus amigos te están esperando para ir a carretear. Sé que los quieres, aunque no entiendes sus normas. Déjame decirte que vas a hacer lo mismo con tus tres hijas.

Quieras o no, vas a terminar siendo igual a la mamá, diciendo las mismas cosas que ahora te cargan. Sé que no me crees, pero también les vas a decir a tus hijas frases como 'en esta casa mando yo'. O esa típica respuesta que te da la mamá para explicarte por qué no puedes hacer algo: 'cuando seas madre lo vas a entender'. Quieres respuestas inmediatas y no esperar 20 años para entender el porqué. Pero ella tiene razón. Sólo cuando te des cuenta de eso vas a entender. Ahora crees que no es tan malo condorearse, que no te va a pasar nada, pero cuando seas mamá, lo único que vas a querer es evitar decisiones equivocadas para que tus hijas no sufran. Y esa base la tienes de tus padres. Finalmente, parecerse a ellos es lo mejor que te va a poder pasar como mamá".

Isabel (51): "Atrévete"

"Aprovecha todas tus oportunidades. No tengas miedo de cumplir tus sueños, la juventud se pasa volando. Trata de estudiar lo que quieres, Biología Marina, aunque te digan que entres a otra cosa o quedes en Turismo. Eso no va a estar mal, pero es mejor que sigas intentándolo. Y si sueñas con irte a Europa, hazlo. Olvídate del miedo a estar sola. Después, a los 25 años, vas a trabajar en Lufthansa y vas tener que viajar sola a Europa. Vas a ir a Alemania, a España, Francia, Inglaterra y te vas a dar cuenta de que ese miedo no tenía sentido. Y que eres capaz de hacerlo todo tú sola. Que igual se puede. Si no lo haces, igual vas a ser feliz, conocerás a tu marido y tendrás unos hijos preciosos, pero siempre te quedará la sensación de que eso te faltó. Y te vas a arrepentir de no haberlo hecho. Ya sabes, trata de romper el molde tradicional de que la hija sólo se va de la casa de sus padres casada; ándate ahora y busca tus sueños. Atrévete, no va a pasar nada si lo haces, quizás sólo vas a lograr lo que quieres".