Votaré por Alejandro Guillier porque creo que Chile tiene un futuro más promisorio con él en la presidencia. Las cuatro reformas que hizo la Presidenta Bachelet -educacional, tributaria, laboral y protransparencia-, con sus imperfecciones en la puesta en marcha, le han dado sustentabilidad social a Chile y mayor cohesión, como se aprecia en la reducción de las protestas y en los índices de desarrollo humano. Chile es hoy un país con un 64% de clase media, y hace 25 años era el 24%, es decir, la Concertación ha construido una sociedad chilena de clase media.
¿Cómo no va a ser grato ver a un país donde el 60% de los alumnos acceda a la gratuidad, y que quienes aborrecían la gratuidad ahora la ponen como baluarte para la segunda vuelta? Estas reformas le están dando a este país un capital humano que jamás se imaginó. Y hoy todos los candidatos defienden las reformas: la tributaria dicen que hay que perfeccionarla para que sea más expedita, pero mantenerla. La reforma a la educación está validada por todos. La separación de los negocios y la política es aplaudida unánimemente.
Las reformas sociales de la Presidenta Bachelet son la única forma de abordar la sociedad del conocimiento, de la tecnología, y Guillier representa la continuidad de lo que se ha avanzado. Y claro que los empresarios están nerviosos, pero no por el tema político, están nerviosos porque están enfrentando la brecha tecnológica, el brutal avance de la tecnología, que ha provocado que la esperanza de vida de las empresas haya bajado de 75 años en la última mitad del siglo pasado a 15 años en la actualidad. Eso los tiene muy nerviosos. El mundo cambió.