Algo nuevo y distinto vio en ellos la crítica especializada argentina y el público más curioso, quienes no tardaron en colgarles la etiqueta de renovadores del folclore de su país. Algo nuevo y distinto, también, significó para el grupo esta acogida, pues a la larga les permitió salir de gira, conocer a otros instrumentistas, llevar más público a las salas, grabar nuevos discos; completar el deseo de muchos y la realidad de pocos: hacer de la música, su vida.
En el trío Aca Seca se unen desde hace 12 años las voluntades de Juan Quintero (voz y guitarra), Andrés Beeuwsaert (teclados) y Mariano Cantero (batería), y se unen también distintas historias musicales: la de Quintero, más ligada al folclore, y las de Cantero y Beeuwsaert, más relacionadas con el jazz. De lo que sucede cuando estas cabezas se juntan pueden dar fe tres discos de estudio (Aca seca, Avenido y Ventanas) y, por cierto, diversas salas de conciertos. Vienen llegando de una gira por Europa y este fin de semana visitan Chile por tercera vez.
De las presentaciones anteriores el tecladista Andrés Beeuwsaert guarda buenos recuerdos. Por haber tocado junto a Nano Stern ("nos parece súper interesante y honesto en lo que hace"), aunque, principalmente, por lo familiarizado que estaba el público con su repertorio. Un público que es, no sólo aquí, sino en cualquier parte, inquieto y enterado, como se supone debe serlo el auditor de jazz y música fusión. "Creo que la música de nosotros requiere de cierta atención", dice Beeuwsaert. "No es para ponerla de fondo mientras limpias tu casa. Así son las canciones que hacemos y, también, las que nos gusta escuchar", añade .
En los shows del sábado en Santiago -son dos- presentarán Ventanas, disco de 2009, que no habían tenido la oportunidad de mostrar por estos lados. Debe ser, si no el mejor, al menos, el álbum donde más cómodos y a sus anchas se les escucha. Beeuwsaert es, además de una persona acostumbrada a que digan mal su apellido, el compositor de varias de las canciones de ese disco y alguien que, como muchos músicos elude ser etiquetado. "Si lo que hacemos es folclore o no, un género u otro es algo que nos tiene sin cuidado", dice y recuerda la vez que un auditor llamó a la radio reclamando que lo que hacían no era música folclórica.
El tecladista rehúye, también, a la idea de verse como renovadores de una tradición. "Como grupo llevamos 12 años y no nos sentimos parte de una transformación. Simplemente creo que en el grupo se da algo muy especial y es el encuentro de tres personas que se juntan, sin otro interés que hacer la música que quieren hacer". Uno de los sellos de Aca Seca es la voz de Quintero, que suena siempre cercana, íntima, melancólica. Beeuwsaert está de acuerdo. "La primera vez que lo escuché me pareció muy especial -dice-. Algo nuevo y distinto".