Una reunión sostuvo esta semana el presidente de la DC, Ignacio Walker, con una de las figuras emblemáticas de ese partido: Gutenberg Martínez.

En el encuentro, ambos conversaron sobre los preparativos para la junta nacional que la colectividad realizará el próximo sábado, cónclave en el que Martínez -ex diputado y ex timonel de la DC- postulará por un cupo como consejero nacional. En la directiva dicen que, además, su presencia ya está confirmada.

Ese día, cerca de 500 delegados de la junta votarán para elegir a 18 miembros                 -de un total de 70 postulantes- del consejo nacional, principal organismo interno de resoluciones políticas y estatutarias. El resto de los consejeros ya han sido elegidos: los presidentes regionales y quienes forman parte de la directiva.

En ese marco, la elección marcará una definitiva medición de fuerzas internas, de cara a la renovación de la directiva, fijada para marzo del próximo año.

Este enfrentamiento de facciones tendrá en un lado a quienes se identifican con el sector oficialista que lidera Walker. En ese grupo se incluye al secretario nacional Víctor Maldonado y a la mayoría de los vicepresidentes de la mesa.

En la disidencia, en tanto, se identifican los vicepresidentes de la DC Aldo Cornejo, Yasna Provoste y Gabriel Silber, además del senador Jorge Pizarro.

Pese a que todos los parlamentarios de la DC participan, por derecho propio, en las reuniones del consejo nacional, la opción de que algún legislador -que no forme parte de la directiva- se postule a esa instancia, es vista como una muestra de poderío interno. Esto, ya que permite cuantificar el respaldo con el que cuenta cada sector entre las bases.

Así, Martínez ha telefoneado en las últimas semanas a varios miembros de la junta nacional para revisar el apoyo con el que contaría su postulación.

En tanto, Pizarro no competirá para consejero. Consultado, el senador dijo que "no está en mis planes postularme", junto con cuestionar el proceso que se llevará a cabo el 26 de julio. "Hay graves problemas, porque mal podría estar constituida la junta nacional si es que aún hay proclamaciones pendientes. La secretaría nacional ha dado por ganadores a candidatos que perdieron. Y el tribunal supremo debe resolver eso", afirmó, aludiendo a las últimas elecciones de presidentes regionales y comunales de la DC.

Bajo este escenario, la alianza entre Walker y Martínez -este último con una reconocida influencia en amplios sectores de la DC- apunta a consolidar una "nueva mayoría interna", como lo definen en su propio sector, minimizando el espacio de influencia de la disidencia. Todo, detrás de un objetivo mayor: la elección de la nueva directiva en marzo. "Se va a ratificar la línea central de la DC, una mayoría que ha ido creciendo y consolidándose", dijo Maldonado, uno de los hombres más cercanos a Walker en la colectividad.

En ese diseño es clave el alejamiento que existe entre Martínez, su esposa (la ex senadora Soledad Alvear) y Pizarro. Otrora miembro del grupo de los "guatones", el senador se distanció tras el apoyo que Alvear le brindó a Walker hace cuatro años.

En paralelo, otra de las facciones que antiguamente ostentaba un gran espacio de influencia, los "chascones", también ha ido perdiendo poder. Sus representantes, en todo caso, aún se mantienen activos y se han reunido en varias ocasiones en los últimos meses para criticar la gestión de Walker: entre otros, el ex senador Mariano Ruiz-Esquide y los ex ministros Belisario Velasco y Mariano Fernández.