"Ni Andrés Velasco ni Marco Enríquez-Ominami. La Democracia Cristiana no renunciará a tener su propio liderazgo presidencial". El jefe de bancada DC, Matías Walker, escribió en Twitter, a primera hora de la mañana de ayer, una frase que horas antes había repetido una ministra de Estado, en el principal cónclave de la DC: la Junta Nacional.
Aunque sólo han pasado cuatro meses desde que la Presidenta Michelle Bachelet llegó a La Moneda de la mano de la Nueva Mayoría -ex Concertación más el PC, el MAS y la Izquierda Ciudadana-, el debate sobre su sucesión ya está instalado en el bloque. La propia Mandataria ha dicho tanto en público como en privado que prefiere entregarle la banda presidencial a alguien del sector y así evitar repetir la imagen de marzo de 2010, cuando le entregó la posta a Sebastián Piñera.
Pese a ello, el propio gobierno ha optado por desactivar con rapidez cualquier discusión sobre la materia, para no desviar el foco de atención en su programa de reformas.
Es por esta razón que varios militantes DC se mostraron sorprendidos cuando la ministra de la Segpres, Ximena Rincón, subió el sábado a la testera del Salón de Honor del Congreso, en Santiago, para despachar un discurso de cargado contenido político. Pero fue una frase particular la que encendió el debate: "No hay que ser una analista política para observar cómo intencionadamente algunos desde afuera del partido proyectan sólo dos figuras, Andrés Velasco o Marco Enríquez-Ominami, como las alternativas de un futuro gobierno. Perdónenme, camaradas, si nosotros renunciamos a proyectar a los nuestros, estamos renunciando a ser relevantes en un futuro gobierno", dijo con firmeza, provocando una algarabía inusitada en la militancia DC.
Como telón de fondo, varios recordaron que la ministra ha manifestado con claridad sus aspiraciones presidenciales en el pasado. Sin ir más lejos, fue precandidata presidencial del partido, pero perdió en una primaria partidaria frente al hoy intendente de Santiago, Claudio Orrego, a quien posteriormente respaldó en las primarias de la Nueva Mayoría. De hecho, tras los comicios preliminares del bloque, donde Bachelet arrasó en las urnas y dejó al candidato DC en el tercer lugar, después de Andrés Velasco, se abrió un fuerte debate interno sobre la ausencia de una figura DC de primera línea.
Precisamente, las palabras de Rincón apuntan a lo que varios han interpretado como "coqueteos" ente dirigentes DC y el propio Velasco -Mariana Aylwin le entregó su respaldo explícito- y, por otra parte, los acercamientos del PS con Marco Enríquez-Ominami.
Si bien en el voto político que las diferentes corrientes internas aprobaron de manera unánime en la junta no se menciona el tema presidencial, hay unos párrafos que son interpretados como un indicio de lo que busca la DC. "Potenciar lo que somos y nuestras propuestas, con personalidad, identidad y decisión política", dice uno de los apartados.
Pese a ello, consultado por La Tercera, el presidente de la DC, Ignacio Walker, reconoce que el partido no va a renunciar a una carta propia y va a trabajar para potenciar a sus liderazgos internos.
"Es evidente que la DC va a levantar una opción presidencial, ello nunca ha estado y no puede estar en discusión. Por lo tanto, nosotros vamos a levantar una opción presidencial y lo que tiene que hacer el partido es potenciar todos esos liderazgos internos", aseguró.