Las acciones estadounidenses cerraron este lunes a la baja, solo horas antes de que termine el plazo límite para aprobar el presupuesto del gobierno y evitar su paralización por falta de recursos. No obstante, los principales índices cerraron septiembre con ganancias, en parte, gracias a la mantención sin cambios del programa de estímulo monetario implementado por la Reserva Federal.

El promedio industrial Dow Jones retrocedió 0,84%, a 15.129,67 unidades. Sin embargo, subió un 2,16% durante septiembre.

Mientras, el S&P 500 ganó un 0,60%, a 1.681,55 puntos. En cambio, avanzó un 2,97% en el noveno mes del año

En tanto, el indicador Nasdaq bajó un 0,27%, a 3.771,48 unidades. Al constrario, repuntó un 5,06% en septiembre.

El Senado, controlado por los demócratas, rechazó este lunes una propuesta de la Cámara de Representantes de mayoría republicana que entregaría fondos provisionales al gobierno a cambio de retrasar por un año el programa de salud conocido como "Obamacare", pese a que medianoche vence la ley que financia miles de actividades de rutina del gobierno.

Sin embargo, los agentes en el mercado están acostumbrados a las disputas políticas en Washington que terminan con un acuerdo de última hora y expresaron sus dudas de que un cierre de oficinas públicas se prolongue.

También calmando los temores del mercado, la agencia Standard & Poor dijo que el debate sobre el aumento del límite de deuda de Estados Unidos probablemente no cambiará la calificación soberana del país, siempre y cuando tenga una corta duración.

En 2011, una tensión política similar provocó que Estados Unidos perdiera la calificación crediticia triple-A.

Entre los papeles que retrocedieron el lunes, destacó la caída de las acciones energéticas de un 0,8%, en línea con una baja del precio del petróleo estadounidense, porque un posible cierre del gobierno avivó las preocupaciones por la demanda.

Las acciones de Exxon Mobil cayeron un 1% a US$86,04, en tanto los de Occidental Petroleum perdieron un 1% a US$93,54.

Algunos participantes del mercado veían el descenso de las acciones como una oportunidad de compra, considerando el desempeño histórico del mercado tras cierres anteriores del gobierno y el bajo riesgo de una fuerte caída.