Si Wall Street necesita superar un sinnúmero de preocupaciones, tendrá muchas oportunidades la próxima semana.
Los principales índices bursátiles de Estados Unidos harán otro intento por alcanzar máximos históricos, pero el irregular ritmo que ha dominado al mercado en los últimos tiempos probablemente continue.
El reporte de desempleo del próximo viernes y los fuertes recortes al gasto estarán en primer plano.
La importancia de si las acciones pueden alcanzar y mantener esos máximos es mayor a la obsesión habitual de Wall Street con las cifras que tienen un significado psicológico. Avanzar a territorio desconocido es visto como una prueba para la confianza de los inversionistas en el repunte.
"Es muy significativo", dijo Bucky Hellwig, vicepresidente senior en BB&T Wealth Management en Birmingham, Alabama.
"La opinión es que no hay lo suficiente para extender el avance alcista", dijo. "Si en verdad traspasamos (los máximos históricos), entonces quizás las estadísticas y el movimiento de los precios nos estén diciendo que hay algo mejor adelante", agregó.
La intensificación de la crisis de deuda soberana en la zona euro y el reporte del próximo viernes sobre el mercado laboral de Estados Unidos podrían sacudir al mercado, aunque los indicadores de empleo estadounidenses generalmente han marcado una dirección positiva.
Las acciones de las compañías con baja o mediana capitalización alcanzaron máximos históricos en febrero. Ahora el promedio industrial Dow Jones y el S&P 500 están compitiendo para alcanzar niveles récord.
El promedio industrial Dow Jones, conformado por 30 acciones, está aproximadamente a 75 puntos -menos de un 1%- de su máximo histórico a 14.164,53, alcanzado el 9 de octubre del 2007. El índice S&P está aún a un 3% de su máximo, también alcanzado el 9 de octubre del 2007 a 1.565,15.
La ventaja podría estar del lado del Dow. Hasta el momento, el promedio acumula un alza de un 7,5% en el año, superando al S&P 500 en alrededor de un 1%.
EL REPUNTE Y EL COTEJO CON LA REALIDAD
Hay cierta preocupación de que las compañías orientadas al crecimiento están siendo eclipsadas por las apuestas defensivas, dijo Ryan Detrick, estratega técnico de Schaeffer's Investment Researchen en Cincinnati.
"No es de ninguna manera una señal unívoca de vender, pero nos sentiríamos mucho más cómodos si algunas de las áreas más agresivas, como las tecnológicas y de pequeña capitalización, comenzasen a tener cierto liderazgo", dijo Detrick.
Las señales de que los inversionistas están comenzando a preocuparse por el ritmo del repunte es evidente en el mercado de opciones, donde la relación entre venta y compra ha cambiado recientemente a favor de las ventas, lo que representa expectativas de una caída de las acciones.
Los inversionistas no carecen de razones para anhelar la relativa seguridad de las acciones líderes y defensivas. Si bien los mercados parecen haber superado la incertidumbre respecto a los planes de Washington de recortar el déficit, las negociaciones de las políticas fiscales aún representan un riesgo para las acciones.
Los recortes de gasto gubernamental por US$85.000 millones estarían desacelerando el crecimiento económico este año si las autoridades no alcanzan un nuevo acuerdo.
Los mercados hasta el momento se han mantenido firmes a pesar de las disputas en Washington, pero los tangibles efectos económicos podrían afectar los precios de las acciones en el futuro.
Los inversionistas tendrán en cuenta también una ronda de datos económicos en momentos en que se propagan temores a que el mercado esté siendo impulsado en menor grado por los fundamentos y más por las laxas políticas monetarias alrededor del mundo.
El principal evento económico será el reporte de las nominas no agrícolas de febrero el viernes.
La economía de Estados Unidos habría creado 160.000 empleos el mes pasado, solo un poco más que en enero, en una señal de que el mercado laboral esta sanando a un ritmo más lento. Y la tasa de desempleo se mantendría estable en 7,9%.