Nueva exhibición de juego individual y colectivo el que protagonizaron por segunda noche consecutiva el base Stephen Curry y el escolta Klay Thompson que volvieron a ser la clave del gran triunfo conseguido por los Warriors de Golden State como visitantes al imponerse 98-110 ante los Spurs de San Antonio.
Curry y Thompson, que la noche anterior habían sido también las figuras de otro triunfo espectacular ante los Rockets de Houston, aportaron 29 y 23 puntos, respectivamente, que dejaron sin opción a los Spurs, que fueron también humillados al dejarse arrebatar nada menos que 22 tantos.
El base estrella de los Warriors también dirigió a la perfección el ataque de su equipo al repartir 11 asistencias que lo dejaron con doble-doble, además de capturar tres rebotes.
Mientras que Thompson llegó a los 23 puntos tras anotar 4 de 9 triples por otros 4 de 8 que tuvo Curry.
Junto a ellos los reservas, el ala-pívot David West, exjugador de los Spurs la pasada temporada, que fue abucheado por los aficionados de San Antonio, surgió como factor sorpresa y sexto hombre al conseguir 15 puntos (11-7, 1-2, 0-0), cinco asistencias y cuatro rebotes.
El escolta Andre Iguodala también siguió siendo decisivo en el juego de equipo e individual de los Warriors al aportar 14 tantos, seis rebotes defensivos y recuperar dos balones.
La victoria fue la novena consecutiva que lograron los Warriors (61-14), que se colocan con tres partidos y medio de ventaja sobre los Spurs (57-17) en la lucha por la mejor marca de la Conferencia Oeste y de la Liga.
Los Warriors también recibieron la buena noticia por la mañana, que el alero estrella Kevin Durant, baja por lesión desde el pasado 28 de febrero, podrá volver a la competición antes que concluya la temporada regular y estar listo cuando lleguen los playoffs.
Mientras que los Spurs fueron de más a menos y mostraron las deficiencias que tienen cuando les falla la inspiración encestadora del alero Kawhi Leonard.
Aunque al final fue el líder encestador con 19 puntos, pero falló 13 de 20 tiros de campo, incluidos los cinco intentos de triple que hizo.
El pívot español Pau Gasol, como sexto jugador, se hizo sentir con 18 puntos, que lo dejaron segundo máximo encestador, que tampoco fueron suficientes a la hora de evitar la derrota.
Gasol jugó 26 minutos en los que anotó 5 de 11 tiros de campo, incluido un triple de dos intentos, y acertó 7 de 8 desde la línea de personal.
El jugador de Sant Boi también tuvo presencia en las acciones dentro de la pintura al aportar ocho rebotes --cinco defensivos--, repartió cinco asistencias, recuperó un balón, puso un tapón, demostró una gran seguridad en el control del balón y se fue sin personales.
Mientras que el ala-pívot titular LaMarcus Aldridge, que brilló en la primera mitad con 12 puntos, en la segunda sólo logró otros cinco más para concluir con 17 tantos.
Lo mismo le sucedió a Green que fue el máximo encestador en la primera parte cuando los Spurs se fueron al descanso con la ventaja parcial de 57-54, pero en la segunda desapareció y acabó con 16 tantos.
Pero estuvo el base francés Tony Parker, perdido en la mediocridad, como lo ha estado en lo que va de temporada y quedó anulado por completo ante la gran labor de Curry.
Parker después de 24 minutos de acción fue incapaz de anotar un solo punto al fallar los cuatro tiros de campo que hizo, mientras que su aportación fue la de dos asistencias, dos recuperaciones de balón y otras dos perdidas.
Tampoco el veterano escolta argentino Manu Ginóbili esta vez pudo ser factor ganador al perder el duelo con los jugadores de los Warriors a los que le tocó marcar como reserva durante los 17 minutos que estuvo en el campo.
Pero aportó seis puntos, tras anotar 2 de 7 tiros de campo, incluidos dos triples de cinco intentos, capturó un rebote, repartió tres asistencias, recuperó dos balones, perdió otro y le pitaron dos faltas personales.
El partido, primera victoria de los Warriors ante los Spurs en los tres duelos que han tenido esta temporada, dejó un primer cuarto brillante de San Antonio, ante un rival sin capacidad de reacción ni inspiración encestadora.
Pero que despertó en el segundo y poco a poco los Warriors impusieron su dominio en todas las facetas del juego con una dirección perfecta desde el banquillo del entrenador Steve Kerr, discípulo avanzado de Gregg Popovich, que sufrió con su equipo de los Spurs la derrota más frustrante en lo que va de temporada.